Viajar en tren es una experiencia única. Tan solo tienes que tomar asiento y dejarte llevar por su suave balanceo para disfrutar con calma de impresionantes paisajes. Desde Francia hasta Suiza, pasando por Italia y Noruega, Europa ofrece una gran variedad de paisajes que podrás admirar gracias a su excepcional red ferroviaria. ¡Anímate a probarla!
Descubre los 10 impresionantes viajes en tren por Europa que hemos seleccionado para ti y coge ideas para tu próxima escapada.
1. El Glacier Express de Suiza: viaja al corazón de los Alpes suizos
Conocido como “el expreso más lento del mundo”, el Glacier Express conecta Zermatt con Saint Moritz, recorriendo unos 300 km en aproximadamente 8 horas. Tiempo más que suficiente para admirar los imponentes paisajes de los Alpes suizos. En servicio desde 1930, el Glacier Express atraviesa puentes vertiginosos, túneles impresionantes y paisajes de una belleza salvaje.
Cada instante a bordo de este tren es una postal a tamaño real, sobre todo cuando cruza el famoso viaducto de Landwasser. Los amantes del patrimonio arquitectónico se alegrarán de saber que este trayecto atraviesa casi 100 túneles y 300 puentes. Pero si lo que te gusta es la naturaleza, no te preocupes, ya que podrás contemplar glaciares (por supuesto), montañas nevadas, frondosos bosques, cascadas y mucho más.Sin duda es un viaje en tren imprescindible para los amantes de este excepcional medio de transporte.
2. El Tren Amarillo de Francia: explora el Pirineo catalán
El Tren Amarillo recorre el Pirineo catalán desde la pequeña villa medieval de Villefranche-de-Conflent hasta la localidad de Latour-de-Carol. Con más de 100 años de antigüedad, este tren se ha convertido en un auténtico emblema del Pirineo catalán. Y no es para menos, ya que durante las 2 horas y media que dura el viaje te permite admirar toda la belleza de esta región, con sus picos majestuosos, sus pueblos pintorescos, sus gargantas y mesetas, etc.
El Tren Amarillo asciende hasta más de 1500 metros de altitud, ofreciendo unas impresionantes vistas de las montañas. Como dato interesante, este tren pasa por la pequeña estación de Bolquère, ¡la más alta de Francia, a 1593 metros! Para subirte a él solo tienes que hacer una señal al conductor y comprar tu billete en el interior. Con su aspecto retro, el Tren Amarillo es una forma preciosa de descubrir el Pirineo catalán y, sin duda, uno de los recorridos en tren más pintorescos de Francia.
3. La línea West Highland de Escocia: un viaje digno de las aventuras más épicas
Sube a un tren de la línea West Highland y prepárate para uno de los viajes en tren más bonitos del mundo. Este tren, que conecta Glasgow con la localidad costera de Mallaig, recorre las Highlands escocesas, pasando por páramos desiertos, lagos cubiertos de neblina y valles aislados. Un entorno natural lleno de magia y misterio.
¿Lo más destacado del recorrido? El paso por el famoso viaducto de Glenfinnan, que quizá te resulte familiar por haber aparecido en las películas de Harry Potter. Durante las 3 horas y media de viaje y, gracias a sus ventanas panorámicas para que no te pierdas ni un detalle, los trenes de la línea West Highland te permitirán conocer de primera mano la esencia de Escocia: verdes paisajes salvajes que parecen congelados en el tiempo.
4. El tren de Bergen en Noruega: rumbo a los fiordos noruegos
Noruega cuenta con una amplia red ferroviaria llena de trayectos impresionantes. Uno de los más famosos es el que discurre entre Oslo y Bergen a través de paisajes nórdicos de leyenda. Majestuosos fiordos, bellos glaciares, imponentes cascadas, montañas nevadas y verdes valles: el tren de Bergen ofrece un paisaje inolvidable en cada estación del año.
El trayecto completo dura 7 horas, pero puedes disfrutar de las diferentes paradas como desees. Por ejemplo, puedes bajarte en Geilo, una famosa estación de esquí en el corazón de los Alpes escandinavos. O en el corazón del Parque Nacional de Hardangervidda, la meseta más alta de Europa, donde podrás realizar magníficas excursiones. Si puedes, te recomendamos que hagas una parada en Myrdal para coger el pequeño tren turístico que llega hasta Flåm y adentrarte en un auténtico cuento de hadas.
5. El tren de la Selva Negra en Alemania: un recorrido entre naturaleza y pueblos con encanto
Sube a bordo del «Schwarzwaldbahn», el tren de la Selva Negra, para admirar algunos de los paisajes más bellos de Europa. Esta ruta turística que conecta Offenburg con Constanza recorre 150 km a través de una de las regiones más bellas de Alemania ascendiendo hasta 650 m de altitud. Prepárate para disfrutar del verde intenso de los inmensos bosques de pinos que cubren sus colinas, así como de sus lagos y de las tradicionales casas de madera de sus aldeas.
El tramo entre Donaueschingen y Hornberg es especialmente espectacular, ¡así que mantén los ojos bien abiertos! Por esta ruta circulan algunos trenes de dos pisos en los que puedes reservar asiento de forma gratuita, así que, si es posible, no dudes en buscar un asiento en el segundo piso para disfrutar aún más del paisaje. Nuestro consejo: realiza este viaje en otoño para deleitarte con los hermosos colores cálidos de sus bosques.
6. La línea del Duero en el corazón de los viñedos portugueses
Este emblemático viaje por Portugal comienza de una forma maravillosa, con salida desde la espectacular estación de Porto-São Bento, una auténtica obra maestra de la arquitectura decorada con los típicos azulejos portugueses. La línea continúa su recorrido hacia Pocinho, pasando por la pequeña y encantadora localidad de Pinhão, sin perder de vista el sinuoso cauce del río Duero.
Durante el viaje, podrás observar la auténtica belleza de esta región vinícola con sus impresionantes viñedos en terrazas, sus colinas doradas y sus pueblos típicos. La excursión de ida y vuelta a Pinhão desde Porto puede hacerse en un día, ya que el trayecto solo dura 2 horas, pero te recomendamos que pases al menos una noche en este encantador pueblo ribereño. Así tendrás tiempo para disfrutar de la belleza del valle del Duero y quizá incluso degustar algunas de sus deliciosas variedades de uva.
7. El tren de las Cinque Terre en Italia: explora este emblemático destino en modo relax
Desde La Spezia a Levanto, el tren de las Cinque Terre discurre entre el mar y las escarpadas montañas a las que se aferran estos cinco pueblos encantadores de la región de Liguria: Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso. El tren de las Cinque Terre es, en nuestra opinión, la mejor manera de explorar esta magnífica región costera, ya que atraviesa paisajes espectaculares y permite evitar sus concurridas y sinuosas carreteras.
Este recorrido en tren que discurre, en su mayor parte, por túneles excavados en la montaña, ofrece unas vistas impresionantes del paisaje cada vez que sale al exterior, realzando aún más la belleza de los escarpados acantilados, el color turquesa del mar y los viñedos en terrazas. Por supuesto, también permite admirar los famosos y coloridos pueblos de la región. Aprovecha al máximo cada parada para pasear por sus animadas callejuelas, explorando sus pintorescos puertos pesqueros y recorriendo sus magníficas rutas de senderismo.
8. El Bernina Express de Suiza e Italia: un viaje excepcional
No es ningún secreto que Suiza cuenta con un gran número de trenes turísticos excepcionales, como el histórico Bernina Express. Esta espectacular ruta, que conecta Chur con Tirano, en Italia, culmina a más de 2253 metros de altitud en el paso de Bernina, con imponentes montañas, glaciares y lagos de azul intenso como telón de fondo. ¡Un auténtico regalo para la vista!
Además de mostrar la belleza de los variopintos paisajes de los Alpes suizos, este tren se caracteriza por ser una de las pocas líneas ferroviarias que figuran en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El Bernina Express, que atraviesa 55 túneles y 196 puentes y viaductos, está considerado un «conjunto técnico, arquitectónico y medioambiental de excepción”. Una obra maestra de la ingeniería y de la belleza natural.
9. El trayecto Belgrado-Bar en Serbia y Montenegro: descubre el corazón de los Balcanes
El trayecto Belgrado-Bar es uno de los viajes en tren más impresionantes y espectaculares del sur de Europa. Conecta la capital de Serbia, Belgrado, con la ciudad de Bar, en la costa adriática de Montenegro. Embárcate en una aventura ferroviaria de casi 476 kilómetros y conoce a fondo la esencia de los Balcanes durante estas 12 horas de viaje. ¡Su cultura y sus tesoros naturales te esperan!
Los paisajes salvajes evolucionan a medida que pasan las horas: llanuras fértiles, gargantas y cañones, montañas escarpadas y, por último, las aguas cristalinas del mar Adriático. Este trayecto, considerado una obra maestra de la ingeniería, recorre más de 250 túneles y atraviesa 435 puentes, entre ellos el famoso viaducto de Mala Rijeka, uno de los más altos del mundo.
10. El trayecto Roma-Palermo en Italia: una travesía única
¿Te gustaría vivir una aventura ferroviaria única? Súbete al tren que conecta Roma con Palermo y cruza el estrecho de Mesina sin bajarte del tren. Esta curiosidad ferroviaria es una visita obligada para cualquier amante de los viajes en tren. Tras atravesar la magnífica campiña del sur de Italia, el tren se embarca en un ferry en Villa San Giovanni, una fascinante operación que puedes observar desde los vagones o desde la cubierta del barco.
Una vez en Sicilia, el viaje continúa a través de magníficos paisajes mediterráneos bañados por la luz del sol: olivares, montañas áridas, pueblos enclavados en las laderas y espectaculares vistas al mar Tirreno... Todo ello antes de llegar al corazón de la vibrante ciudad de Palermo. ¡Una experiencia en tren inolvidable!
Testimonios
La comunidad HomeExchange es una enamorada de los viajes en tren. A nuestros miembros les encanta tomarse su tiempo para disfrutar del trayecto antes de llegar a su destino y disfrutar de los intercambios de casa que les permitirán conocer a fondo la cultura local.
Estos son los testimonios de algunos de ellos:
“Tengo un recuerdo increíble del tren entre Bergen y Oslo, en Noruega. Siete horas a través de paisajes salvajes, lagos congelados, bosques y montañas nevadas. Se me pasó el tiempo volando”. – Elisa
“Salimos de Dinant, en Bélgica, y durante varios días viajamos en dirección a Nápoles. Por el camino paramos en Milán y en Roma, y después regresamos cruzando los Alpes”. – Sophie
“Hicimos un intercambio fantástico en Suiza que nos permitió disfrutar del tren que sube a la estación de Diablerets. ¡Un viaje mágico!” – Caro
“[Nuestros mejores viajes en tren] El tren de vapor Zsuzsi en Debrecen, atravesando el bosque. El Trinichellu es ideal para los niños para viajar entre Calvi, Bastia y Ajaccio disfrutando de impresionantes paisajes de mar y montaña”. – Anne
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