¿Qué ver en Burdeos? 15 cosas originales para tus vacaciones

¿Te gustaría tener una lista de qué ver en Burdeos por que estás pensando en visitar esta bonita ciudad en tus próximas vacaciones? Estás en el lugar adecuado.

Burdeos es una ciudad situada en el suroeste de Francia, en la región de Aquitania. Conocida por sus vinos, es la capital de la región vinícola de Burdeos, una de las más importantes del mundo. Además de su famosa producción vinícola, Burdeos es una ciudad con una rica historia y arquitectura impresionante, con edificios del siglo XVIII que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. También es una ciudad vibrante y dinámica, con una amplia oferta cultural y gastronómica que la convierte en un destino turístico popular. Por todo esto y mucho más, ir a Burdeos es una maravillosa idea tanto si viajas en pareja, en familia o con amigos. Burdeos te enamorará.

La visita tradicional al centro histórico de Burdeos, conocido como la “Bella Durmiente” es una gran experiencia, pero además, imagina que puedes vivir unos días como un auténtico local y sentirte como un habitante más de la ciudad. Y bien, ¿cómo? Con este artículo te explicamos qué ver en Burdeos, qué lugares visitar, dónde puedes degustar de platos tradicionales o sitios para pasear en familia o con tus amigos… No lo dudes y ¡toma nota!

Si además buscas una nueva experiencia de viaje en Burdeos, te animamos a descubrir esta ciudad como un local con un intercambio de casas. ¡Ir a Burdeos puede ser una experiencia que nunca olvidarás!

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1- Un paseo por el barrio de San Pedro, para degustar los ricos vinos de Burdeos

El barrio de San Pedro encabeza cualquier lista de qué ver en Burdeos, ya que es el corazón histórico de lo que se conoce como “La Bella Durmiente” de Burdeos. Puedes pasear por sus pintorescas calles en las que encontrarás diferentes pequeñas plazas y muchos restaurantes y bares donde hacer un descanso gastronómico. Os aconsejamos visitar la Puerta Cailhau e ir La Ligne Rouge, un bar de vinos con mucho encanto donde podrás degustar los vinos de Burdeos y del resto del mundo rodeado de deliciosas tablas de embutidos.

2- Sabores del mar en el corazón de Burdeos

Si hay una experiencia que define el auténtico estilo bordelés, es disfrutar de unas ostras recién sacadas del Bassin d'Arcachon en el bullicioso Marché des Capucins.

Este mercado, cariñosamente apodado "el vientre de Burdeos" por los locales, cobra vida cada mañana cuando los pescadores traen directamente su captura fresca. Las ostras de Arcachon, con ese sabor único entre dulce y salado que solo el Atlántico puede dar, se sirven con una sencilla rodaja de limón y un vaso de vino blanco. Lo mejor es llegar temprano (sobre las 10h), buscar un hueco en alguno de los puestos-bar y dejarse llevar por el ambiente mientras los vendedores pregonan sus productos y los bordeleses hacen su compra semanal.

¿Un consejo de local? Prueba el pequeño bar de Jean en el centro del mercado. No tiene carta ni complicaciones: ostras, gambas, vino y pan. Nada más, nada menos.

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3- Relájate en el Jardín Público

¡Ir a Burdeos puede ser una ardua tarea, porque seguro que querrás verlo todo y no parar! Si llevas unos días de mucho ajetreo en tu viaje a Burdeos, quizás una mañana, o una tarde puedes dedicarte a tener un rato de relajación en el Jardín Público de Burdeos. Es uno de los jardines más bonitos de Francia, situado en el barrio de Chartrons, ideal para encontrar un poco de paz, con unos 100.000 metros cuadrados, y en que encontrarás actividades para todos los gustos. Por ejemplo, puedes visitar el antiguo Jardín Botánico que cuenta con un agradable restaurante l’Orangerie o simplemente disfrutar sentado en el césped. Elijas lo que elijas, este Jardín Público es uno de los lugares que debes incluir en tu lista de qué ver en Burdeos.

4- Disfruta de las vistas en tu paseo por el Puente de Piedra por la noche

No te puedes perder las maravillosas vistas que se disfrutan al pasear por el Puente de Piedra de Burdeos por la noche. Después de ver el Puente de Piedra iluminado, camina sobre él para tener unas bonitas vistas de la orilla del río iluminada. Entre los muchos lugares que verás, podrás observar la Place de la Bolsa, la Place de Quinconces, la Puerta Cailhau y las bonitas fachadas de los edificios que recorren las orillas del río Garona. Toda una colección de los mejores lugares que ver en Burdeos y sin duda, una de las mejores opciones para acabar un día ajetreado.

5- Qué hacer en Burdeos: visitar la Catedral de San Andrés

Si te preguntas qué ver en Burdeos, la Catedral de San Andrés y su torre en la Plaza Pey Berland, son una parada obligatoria. Las vidrieras del interior de la catedral son magníficas. La Catedral fue clasificada como Monumento Histórico y patrimonio de la humanidad de UNESCO en 1998. Desde la torre de la Catedral podrás contemplar el Ayuntamiento y su campanario.

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6- Haz una foto en la Plaza de la Bolsa y su espejo de agua

¿Qué bordelés no tiene una foto en su casa o de fondo de pantalla de la Plaza de la Bolsa y su espejo del agua? Es el mejor souvenir de la también conocida como la “ciudad de las maravillas”. La Plaza de la Bolsa es una las cosas que hacer en Burdeos que no te puedes perder, aunque eso sí, te damos un consejo: ¡espera a que los chorros de agua no estén en funcionamiento!

7- Un paseo por la calle de Santa Catarina

La calle de Santa Catarina es la calle peatonal comercial más larga de Europa. Conecta dos de los puntos más importantes de la ciudad: la Plaza de la Comedia y la Plaza de la Victoria que nos reservan muchas sorpresas. Merodear por la arteria principal de Burdeos entre tiendas, bares y restaurantes. Tu día de compras empieza aquí…

8- Asistir a un espectáculo en el Grand Théâtre

¿Qué prefieres: unas ostras o una brocheta de pescado? El Mercadillo de los muelles es una de las cosas que hacer en Burdeos imprescindibles y que todo bordelés que se precie incluye en su lista de los domingos. Te animamos a pasear entre los puestos para descubrir los productos que ofrecen. Y si te entra el hambre no dudes en probar las ostras o las famosas brochetas de pescado (5 euros cada una, ¡no está nada mal!). Estate atento porque los puestos de comida cierran a las 13.00 h…

9- Atravesar la plaza de Quinconces, la mayor plaza de Europa

La plaza de Quinconces, situada en pleno centro de Burdeos ostenta el título de la plaza más grande de Francia e incluso de Europa, con un total de 120.000 metros cuadrados. Y es por ello que debes incluirla en tu lista de cosas que hacer en Burdeos. En ella se organizan numerosos eventos como carnavales o la fiesta del jamón. Además, se pueden encontrar algunos monumentos como el que hay en honor a Montaigne y Montesqieu.

10. Admirar los viñedos de la región de Burdeos

Planificar qué ver en Burdeos sin incluir una degustación de vino sería imperdonable. Si has empezado a preparar tu viaje a Burdeos, seguro que ya tenías esta idea en mente como una de las actividades imprescindibles que hacer en Burdeos. ¿Te apetece un paseo en bicicleta por los viñedos? Saint Emilion, Saint Estephe, Margaux, Pomerol, seguro que ya has oído estos nombres en alguna cena. Por tanto, ahora puede ser el momento ideal de que visites estos viñedos, (preferiblemente en bicicleta) y admires la belleza de los pequeños pueblos de esta región. Si preparas tu ruta con antelación, puedes planificar visitas a alguna de las bodegas y asistir a alguna degustación. ¡Te encantará!

11-Una visita a la impresionante duna de Pilat

Porque si buscas que hacer en Burdeos con niños, te aseguramos que una visita a la duna de Pilat, será algo que tus peques no olvidarán. En coche o en tren, Arcachon sólo está a unos pocos kilómetros de Burdeos. Puedes disfrutar de un día soleado en una playa atlántica espectacular y acompañarlo con unas ostras y un buen vino blanco. Y dejar que tus peques se lancen por la duna y disfruten de la enorme extensión de arena blanca. Os encantará tanto a grandes como a pequeños. Y nuestro consejo: no te vayas después corriendo a Burdeos de vuelta, espera al atardecer. Las vistas y los colores que ofrece la duna de Pilat al atardecer son alucinantes.

12- La Cité du Vin: el templo moderno del vino

La Cité du Vin se alza a orillas del Garona como un edificio futurista cuya silueta dorada evoca el remolino del vino en una copa. Este museo interactivo, inaugurado en 2016, ha revolucionado la forma de aprender sobre la cultura vinícola. Lejos de ser un espacio exclusivo para expertos, sus 19 salas temáticas invitan a todos los públicos a un viaje sensorial a través de la historia del vino en las civilizaciones.

Una experiencia imprescindible incluso para quienes no son grandes bebedores, pues aquí el vino se presenta ante todo como fenómeno cultural e histórico que ha dado forma a civilizaciones enteras durante más de 8.000 años.

13- La Garona: el mejor palco para admirar Burdeos

Deslizarse por las aguas del río Garona ofrece quizás la perspectiva más privilegiada de Burdeos. Los cruceros fluviales, que parten regularmente desde el muelle de la Bolsa, permiten contemplar en todo su esplendor la legendaria "Fachada de los Muelles", una impresionante hilera de edificios del siglo XVIII que se extiende por más de 4 kilómetros.

Esta majestuosa composición arquitectónica, la más extensa y uniforme de Europa de su época, despliega ante los ojos del navegante su perfecta simetría de piedra caliza dorada por el sol. Desde el agua se aprecia mejor el ingenio de los arquitectos ilustrados que crearon este frente urbano armonioso, con sus plazas abiertas al río como la Place de la Bourse y sus elegantes fachadas neoclásicas. Los barcos pasan también bajo los históricos puentes que unen ambas orillas, incluido el emblemático Pont de Pierre con sus 17 arcos (uno por cada letra del nombre de Napoleón Bonaparte). Al atardecer, cuando las luces de la ciudad comienzan a encenderse y se reflejan en las aguas tranquilas del río, la experiencia se vuelve casi mágica, revelando por qué Burdeos es conocida como "la Bella Durmiente" que finalmente ha despertado.

14- Prueba los famosos Canelés de Burdeos

¡No te pierdas los deliciosos canelés! Una de las especialidades culinarias de Burdeos es el “canelé”. Es un bollo con aroma a ron y vainilla, caramelizado por fuera que hará temblar tu paladar después de un paseo por la ciudad. Para degustar los mejores, visita una de las muchas tiendas Baillardan. Es otra de las cosas que hacer en Burdeos con niños, porque sin duda, ¡a tus peques les encantarán!

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15- Contemplar Burdeos desde las alturas: Torre Pey-Berland

¿Quieres las mejores fotos de Burdeos? La Torre Pey-Berland ofrece la mejor panorámica para decidir qué ver en Burdeos después. Los 231 escalones merecen cada gota de sudor cuando llegas arriba y ves toda la ciudad a tus pies. Desde aquí entiendes perfectamente por qué la UNESCO declaró Burdeos Patrimonio Mundial: el río Garona serpenteando entre edificios históricos, los tejados ocre, la Place de la Bourse y su espejo de agua... todo forma un conjunto armonioso imposible de apreciar a pie de calle. Es uno de los mejores planes de la ciudad, especialmente al atardecer cuando la luz dora las fachadas de piedra. Eso sí, en verano mejor reservar para evitar colas.

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  2. Ubicaciones privilegiadas - Accede a apartamentos en barrios céntricos como Saint-Pierre o Les Chartrons donde los hoteles son prohibitivos.
  3. Consejos locales personalizados - Recibe recomendaciones sobre qué ver en Burdeos directamente de tu anfitrión, con esos rincones secretos que no aparecen en las guías.
  4. Comodidades del hogar - Disfruta de una cocina completa para experimentar con productos locales del Marché des Capucins.
  5. Experiencia cultural auténtica - Vive como un bordelés más, comprando en las tiendas de barrio y descubriendo la rutina local.
  6. Flexibilidad de horarios - Olvídate de los horarios de recepción o desayuno de los hoteles, organiza tu día con total libertad.
  7. Espacios más amplios - Disfruta de todo un apartamento o casa en vez de una habitación de hotel, ideal para familias o grupos.
  8. Contribución al turismo sostenible - Reduce tu impacto ambiental al utilizar alojamientos ya existentes y vivir como un local.
  9. Acceso a zonas residenciales - Descubre barrios emergentes como Bacalan o La Bastide, lejos del circuito turístico convencional.
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