7 ideas para fomentar la biodiversidad en tu jardín o en tu balcón
Los hechos son innegables: la biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes. Un 30 %* de los factores que amenazan la biodiversidad se deben a la destrucción y la alteración de los entornos naturales provocada por la acción humana.
La buena noticia es que todos podemos poner nuestro granito de arena para hacer frente a esta amenaza tratando de proteger mejor la fauna y la flora que nos rodean. Y no necesitamos grandes extensiones de terreno para hacerlo. Los balcones o los pequeños jardines urbanos también pueden convertirse en auténticos refugios para la biodiversidad, siempre y cuando estén bien diseñados.
¿Por qué es importante proteger la biodiversidad incluso en casa?
La biodiversidad está en peligro. La desaparición de los insectos polinizadores, la escasez de aves y la proliferación de los monocultivos son motivo de preocupación. Sobre todo porque la degradación de la biodiversidad es una amenaza directa para nuestro estilo de vida actual, como consecuencia de la desaparición del 35 %* de las especies polinizadoras que son indispensables para la producción de alimentos como frutas, hortalizas, legumbres y cultivos oleaginosos.
Por lo tanto, debemos actuar con urgencia, y podemos empezar por nuestra propia casa, creando «microhábitats» favorables para las especies locales. Y si te parece que con eso no se conseguirá nada, no pienses solo en tu jardín, balcón o azotea sino en todos los de tu zona. La suma de pequeñas acciones puede lograr grandes cambios.
1. Elige plantas autóctonas que atraigan a los polinizadores
Las especies autóctonas son más resilientes que las exóticas, ya que están adaptadas al clima y a las estaciones de su región. Además requieren menos riego, cuidados y fertilizantes. Otro punto a su favor es que la fauna silvestre está acostumbrada a ellas porque desde hace tiempo les han servido de refugio y han encontrado allí alimento de forma natural.
Ya sea en tu jardín o en tu balcón:
- Opta por las plantas autóctonas, es decir, aquellas que crecen de manera natural en tu zona y que están mejor adaptadas al clima y a las necesidades de los insectos locales.
- Elige plantas productoras de néctar que también sean ricas en polen, ya que proporcionan mucho alimento a los polinizadores. Por ejemplo, lavanda, romero, borraja, tomillo, etc.
- Apuesta por la diversidad (varias familias y especies de plantas) para escalonar la floración a lo largo de la temporada y proporcionar un recurso continuo a los insectos.
2. Crea diversos hábitats naturales en tu jardín
Si tu casa tiene un jardín, puedes convertirlo en un auténtico oasis de biodiversidad. Para conseguirlo, es fundamental crear diferentes hábitats. De este modo, las aves, los insectos, los anfibios, las plantas y otros seres vivos encontrarán el espacio adecuado para establecerse y prosperar.
Se pueden crear todo tipo de hábitats. Algunos pueden hacerse de forma fácil, mientras que otros requieren un poco más de esfuerzo. Vamos a verlos uno a uno.
Hábitats fáciles de crear
No es necesario que transformes tu jardín por completo. Con unos sencillos pasos puedes crear entornos ricos y variados.
Por ejemplo:
- Amontona unos troncos en un rincón poco transitado y déjalos allí durante varios años. Es muy probable que se conviertan en un refugio para erizos y otros animales.
- Haz pequeños montones con las hojas secas en lugares específicos para proporcionar refugio y alimento a insectos y pequeños animales.
- Coloca los maceteros rotos boca abajo para proporcionar escondites a lagartijas y salamanquesas.
- Amontona piedras de manera natural, sin ordenarlas demasiado.
- Deja un tronco grande en un rincón tranquilo del jardín.
- Crea una pequeña zona con arena, etc.
Estanques
Los estanques son uno de los hábitats que más biodiversidad atraen. Animales como las ranas, los tritones y las libélulas, entre otros, prosperan en ellos rápidamente. Si puedes (y tienes el espacio y la motivación), no dudes en crear un pequeño estanque en una zona soleada de tu jardín.
Antes de empezar, ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Dimensiones.
- Elección del revestimiento impermeable.
- Plantas recomendadas (evitando especies exóticas).
- Fauna y flora adecuadas (olvídate de los peces de colores, que son depredadores omnívoros y, por lo tanto, son una amenaza para la biodiversidad).
- Mantenimiento periódico que requerirá la zona.
Compost
Hacer compost es bastante fácil y es un valioso aliado. Te permite reciclar los residuos orgánicos, producir un excelente abono natural y crear un ecosistema fantástico. Los compostadores bien diseñados albergan una gran biodiversidad: microorganismos, hongos, lombrices, babosas, etc.
Estas pequeñas criaturas desempeñan un papel fundamental, ya que transforman los residuos en abono y, una vez en el jardín, ayudan a airear el suelo y favorecen el crecimiento de las plantas.
Setos
Los setos son refugios ideales, sobre todo para los pájaros. Lo mejor es optar por un tipo de seto rústico que combine varias especies autóctonas de árboles y arbustos, como los aligustres o los durillos.
También puedes incluir especies autóctonas de hoja perenne para el invierno, como la hiedra, el acebo, el tejo y el haya. Es buena idea añadir plantas que produzcan bayas y frutos para la fauna silvestre: espino albar, rosa silvestre, saúco, grosella, etc.
3. Crea refugios para la fauna silvestre
Proporcionar cobijo a menudo solo es cuestión de diseño. Estos refugios servirán principalmente como lugares de descanso y reproducción. Puedes ubicarlos en tu
jardín o en tu balcón:
- Insectos: instala un hotel de insectos. Puedes construirlo con madera, cañas, piñas, etc.
- Aves: coloca una caja nido adecuada para las especies locales (carboneros, petirrojos...) y un pequeño recipiente con agua (que se cambiará cada dos días para evitar los mosquitos).
- Erizos y anfibios (solo en jardines): deja un rincón sin cuidar con hojas secas, un montón de leña o piedras.
4. Di adiós a los pesticidas y a los fertilizantes químicos
Insecticidas, fungicidas, herbicidas... Todos estos productos químicos tienen como objetivo combatir las «plagas». Pero, incluso a pequeña escala, tienen un impacto directo sobre el medio ambiente y amenazan la biodiversidad, sobre todo si no son selectivos.
Aquí tienes algunos consejos para sustituirlos:
- Mejor prevenir que curar. Al favorecer la biodiversidad en tu jardín crearás un entorno propicio para los depredadores naturales que controlan las plagas. Por ejemplo, los erizos son eficaces contra las babosas, las mariquitas contra los pulgones, etc. ¡La biodiversidad ayuda a evitar los pesticidas!
- Opta por fertilizantes naturales. El compost, el purín de ortigas y los posos del café son algunos ejemplos de fertilizantes naturales efectivos.
- Aprende a convivir con algunos”visitantes indeseados” o a utilizar plantas auxiliares para limitar las plagas. Por ejemplo, planta hinojo cerca de las lechugas para protegerlas de las babosas, pon lavanda cerca de las rosas para protegerlas de los pulgones, etc.
- Si la plaga es importante, opta por soluciones ecológicas. Ya sea para combatir roedores, babosas, enfermedades u otros problemas, existen muchas soluciones naturales.
¡Esto también es aplicable a las flores y plantas de tus balcones!
5. Da un toque salvaje a tu jardín
No te preocupes, contribuir a la biodiversidad no significa dejar tu jardín descuidado. Sin embargo, no es necesario tenerlo todo impoluto. Es posible dejar que la naturaleza ocupe su lugar en ciertas zonas del jardín o en determinados momentos.
Lo ideal es crear una “zona salvaje”. Basta con un metro cuadrado de hierba alta para atraer mariposas y saltamontes. Deja que las plantas silvestres crezcan de manera espontánea (diente de león, trébol, ortigas...), sin segarlas ni utilizar productos químicos.
También es recomendable intentar convivir con algunos “indeseables”, ya sean pequeños animales o malas hierbas. Su presencia es importante ya que forman parte de la cadena alimentaria de otras especies útiles para el jardín. Mientras no se conviertan en invasivos, ¡bienvenidos sean los “indeseables”!
6. Gestiona el agua de manera respetuosa
Si tienes un jardín, ya sabes que puede consumir mucha agua. Afortunadamente, hay varias formas de ahorrar agua:
- Limita el riego en las épocas de lluvia.
- Recoge el agua de lluvia y aprovecha la que usas para cocinar (¡sin sal!).
- No riegues durante el día para evitar la evaporación. Hazlo mejor por la mañana o por la noche.
- Opta por plantas resistentes a la sequía: siempreviva, sedum, tomillo, romero, etc.
- Para las plantas del balcón, coloca un plato debajo de las macetas para recoger el exceso de agua y evitar desperdiciarla.
7. Únete a tus vecinos
¡La unión hace la fuerza! En ciudades donde los espacios verdes son limitados, lo mejor es unirse a los vecinos para tener un impacto real en la conservación de la biodiversidad. Un balcón «verde» está bien, ¡pero muchos balcones juntos son mucho mejor! Así que no dudes en comentar a tus vecinos estas ideas que todos podéis llevar a cabo.
Los huertos comunitarios cada vez son más comunes, piensa en participar en uno de ellos.
Testimonios de nuestros miembros
Nuestros miembros lo han entendido a la perfección. Aquí tienes algunos de sus testimonios:
“Tenemos un comedero y una casita para pájaros en el patio de nuestro edificio y en el jardín del barrio”. Elisabeth
“Hace mucho tiempo que dejo un trozo de césped sin cortar, construí una casita para pájaros que cada año utilizan un par de carboneros y solo recorto el seto a finales de agosto. Incluso tengo un hotel para mariquitas, pero no les gusta”. Aurélie
Tanto si vives en la ciudad como en el campo, tú también puedes convertirte en protagonista de la transición ecológica empezando hoy mismo desde tu propia casa. ¿Te gustaría unirte a la aventura?
Fuente: biodiversité.gouv.fr
> Nuestros consejos para unas vacaciones sin residuos
> ¿Cómo gastar menos cuando viajamos en tren en familia?
> Las 12 tendencias de viaje más destacadas de 2025
> “Modo avión”: una aventura para crear conciencia sobre los problemas ambientales
> 10 consejos para ahorrar electricidad en invierno