Una auténtica historia de amor... ¡nacida de un intercambio de casa!
¿En qué lugar te llegará el amor?
El amor aparece cuando menos te lo esperas. Se nos dice que el flechazo y el amor a distancia es algo que sólo se ve en las películas y en los cuentos de hadas. Es muy raro que algún conocido encuentre ese amor mágico. ¿Pero es posible enamorarse de una forma más común, durante un intercambio de casas, por ejemplo? La respuesta está en esta sencilla historia que nos cuenta Margie, socia registrada en IntercambioCasas.com.
Todo empezó con una simple propuesta de intercambio de casas que mandó Ian, socio del portal. Vivía en Queensland, Australia y buscaba un intercambio en Florida (dónde vive Margie). Fijaron primero las fechas del viaje de Ian, puesto que iba a ser un intercambio no simultáneo, y se comunicaron sus datos de contacto. Según la descripción de Ian, a Margie no sólo le pareció su propia versión en masculino sino que también sintió una conexión inmediata cuando vio su foto por primera vez.
Se escribieron durante los cuatro meses siguientes y antes de que Ian viniera a Florida. Al principio, en sus mensajes hablaban de dónde jugar al golf, de buenos restaurantes y de la gente a la que Ian podría conocer. Poco a poco, sus cartas pasaron de los planes de vacaciones a correos más informales sobre ellos mismos.
“No paramos de mandarnos emails durante los cuatro meses siguientes, descubriendo cada día más el uno sobre el otro y sintiéndonos más cercanos e impacientes de que llegara el día de la llegada de Ian a Florida”, dice Margie.
En aquella época, la vida de Margie estaba en pleno cambio. Era un momento crucial de su trayectoria en el que podía haber seguido con las mismas actividades, pero algo la arrastró en una nueva dirección. Estaba aprendiendo más sobre sí misma y dejando atrás el pasado. Margie comenta: “Mi proceso de crecimiento y desarrollo personal necesitaba dejar atrás ideas, creencias y cosas que ya no me servían… Ian entró en mi vida justo en ese momento. Imagina, nos escribíamos desde finales de julio y, por lo tanto, sabía muy bien lo que yo había pasado en los últimos meses. Su llegada estaba prevista dos días antes del Día de Acción de Gracias. Cuando miro atrás, me doy cuenta de que no fue una coincidencia.”
La visita fue como un torbellino, jugando al golf, viendo a amigos, entrando y saliendo. Margie y Ian eran inseparables. Ian les cayó bien a todos los amigos de Margie y se mezcló sin problemas a su círculo de amistades. La última noche, por fin Margie y Ian pudieron sentarse y estar solos un rato.
“Los amigos me preguntaban si me gustaba, y yo les contestaba que estábamos registrados en HomeExchange.com, no en Match.com. También les decía que no quería complicar las cosas antes de mi intercambio a Australia. Pero bueno, en el medio de nuestra charla esa última noche con Ian, se inclinó y me besó. ¡Fue como recibir un rayo!”
Lo que empezó como un intercambio de casas y una amistad a distancia floreció y se transformó en amor. Margie y Ian se casaron en octubre de 2014 y ahora viajan juntos por el mundo. ¡Les deseamos mucha felicidad y muchas maravillosas y memorables aventuras de viaje!