Laia y su familia son miembros de IntercambioCasas.com desde 2011. Este año vivirán toda una aventura: 24 días visitando Miami y los Cayos, la costa oeste de Florida y Orlando, a través de 3 intercambios consecutivos.
Laia ha querido compartir con nosotros su planificación y preparativos para este viaje. ¿Cómo se organiza un viaje de esta duración? ¿Qué puntos ha tenido en cuenta? ¿Cómo ha buscado sus partners de intercambio?. Así nos lo cuenta Laia:
“Este año probaremos por primera vez a enlazar intercambios. Hasta este año todos los intercambios que hemos realizado han sido simultáneos. Normalmente un par por año: uno cerquita por Semana Santa (Sur de Francia, España) y luego en verano uno más largo y más lejos.
En este 2015 he cumplido 40 años y con esta excusa he planeado un viaje de los de “una vez en la vida”. Siempre me han gustado los parques temáticos y Orlando es un destino de ensueño, pero lo habíamos dejado para más adelante ya que nuestro hijo era pequeño. Este verano, Oriol tendrá 7 años y pensamos que con esta edad podrá disfrutar al máximo de sus personajes favoritos así como aguantar las agotadoras jornadas en los parques.
Los parques temáticos nos gustan pero no tanto como para hacer un viaje sin visitar nada mas así que hemos aprovechado la ocasión y organizado un viaje de 24 días donde visitaremos Miami y los Cayos, la costa oeste de Florida (Fort Myers, St. Pertersburg) y acabaremos en Orlando.
La organización me ha llevado alrededor de un mes desde que envié la primera propuesta hasta que cerré el tercer intercambio.
Tenía una condición inamovible: estar en Orlando hacía finales de Agosto cuando ya ha empezado el curso escolar en EEUU y la afluencia a los parques temáticos se reduce considerablemente. Así que fue mi primer objetivo… y el más rápido de conseguir. Haciendo una búsqueda inversa encontré una familia que estaba preparando un viaje por Europa y le faltaba el alojamiento en Barcelona. Ofrecían su segunda residencia, un condo en un resort fantástico a las afueras de Orlando, justo al lado de los parques Universal. El problema es que no cuadraban las fechas ya que ellos vienen en Junio. Después de considerar las opciones con mi familia decidimos aceptar su propuesta de intercambio no simultaneo. Los días que estén en nuestro piso nos iremos a vivir a casa de un familiar. Para acabar de cerrar el trato hablamos por Skype y resultó una conversación la mar de entretenida. ¡Orlando estaba conseguido!
Tengo muchas ganas de vivir nuevas experiencias con mi familia. De conocer lugares nuevos, costumbres diferentes pero con la tranquilidad que da volver “a casa” después de un largo día de excursión.
La otra condición era empezar por Miami porque es la conexión más directa y económica desde Barcelona.
No centré la búsqueda sólo en Miami y Miami Beach. Amplié el radio ya que nuestra intención es alquilar un coche para todo el viaje y conocer la zona. Tuve dos respuestas favorables de dos hogares muy distintos: un pequeño apartamento en un rascacielos de Miami Beach y una casa unifamiliar con jardin, piscina, frente a un lago en una urbanización privada, a las afueras de la ciudad. Nos decantamos por la última. Esta familia tenía planeado un viaje de 6 meses por Europa, empezando por España en marzo. Aproveché las vacaciones de Semana Santa para marchar de nuestro piso y dejárselo. Nos conocimos en persona, el primer día, cuando les dimos la bienvenida y les enseñamos nuestro piso. Era su primera experiencia intercambiando casas y sentía que tenía la responsabilidad de que todo fuera perfecto y de que cualquier reparo que tuvieran respecto a la idea de intercambiar casas de disipara. Creo que así fue. ¡Miami conseguido!
Me quedaba un semana en medio y no sabía exactamente donde ir, qué hacer, qué ver. Después de investigar por Internet vi que hablaban muy bien de la costa oeste de Florida, siendo ésta menos masificada y más auténtica que la este que es la que tiene más turismo. Les pedí consejo tanto a la familia de Orlando como a la de Miami y ambas coincidieron: la zona de St. Petersburg o Sarasota. Pensaba que este sería el intercambio más difícil de cerrar al tener las fechas fijas y al querer que éste fuera simultáneo para no volver a tener que marchar de casa otra vez. Pues otra vez tuve que decidir entre dos respuestas positivas. La decisión esta vez fue más fácil. Una casa en la playa. No en primera linea de mar, no. En la playa. Esta familia vendrá durante las 3 semanas que estaremos de viaje. Nos hemos hecho amigos en Facebook y nos hablamos por allí. ¡Costa oeste conseguida!
Cuento los días que faltan para iniciar el viaje. Tengo muchas ganas de vivir nuevas experiencias con mi familia. De conocer lugares nuevos, costumbres diferentes pero con la tranquilidad que da volver “a casa” después de un largo día de excursión. Saber que si un día llueve o estamos cansados podemos estar en un hogar donde cada uno puede hacer lo que más le apetezca: un baño en la piscina, un paseo en bici por los alrededores, entretener-se con los juguetes “nuevos”, una buena siesta… Esto no lo da un alojamiento convencional.
Por otro lado un viaje como el de este año no estaría a nuestro alcance si tuviéramos que pagar 22 noches de hotel. El vuelo intercontinental se lleva gran parte de nuestro presupuesto y las entradas a los parques temáticos son muy muy caras. Si le tuviéramos que sumar el alojamiento no podríamos asumirlo.
Así que, estoy muy contenta de haberme metido en el mundo de intercambio de casas ya que nos ha abierto a mi familia y a mí grandes oportunidades que de otra manera hubieran sido posible.”
Laia y su familia tienen una amplia experiencia intercambiando casas. Francia, Dinamarca, España, Canadá…son algunos de los lugares que ya han conocido gracias al intercambio.
¿Os apetece conocer mejor a la familia de Laia en Barcelona?
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