De HomeExchanger a HomeExchanger
¿Qué ocurre cuando dos HomeExchangers comparten sus experiencias?
Que la diversión está asegurada.
Queremos que conozcáis a Ana María y Gema. Ellas no se conocen pero comparten los mismos valores y aspiraciones a la hora de intercambiar sus casas.
Ana María comenzó a intercambiar su casa en Barcelona utilizando GuesttoGuest, mientras que Gema era un Miembro de IntercambioCasas en Cádiz.
HomeExchange les ha pedido que se entrevisten entre ellas para descubrir lo que tienen en común. Y os dejamos aquí su conversación sobre sus experiencias y miedos, expectativas y sus opiniones sobre el mundo del intercambio de casa.
1- Gema - ¿Cómo conociste el intercambio de casa?
Ana María: Como consecuencia de un viaje a Canadá en 2009. ¡Nos costó un montón de dinero! Busqué cómo funcionaban los intercambios y decidí viajar siempre que sea posible mediante este sistema. Y tú, ¿qué te llevó a viajar con este sistema?
Gema: Para ser sinceros, la motivación al principio también fue económica: el hecho de poder estar fuera el doble de tiempo, o más, con el mismo presupuesto. Ahora ya no es esa la motivación, sino la posibilidad de conocer sitios diferentes, no solo los destinos turísticos, y el contacto con la gente. Me gusta ir a hacer la compra al mercado donde van los vecinos y a la panadería de la esquina.
2- Ana María - ¿Cuando dejas tu casa te quedas 100% tranquila? ¿Sueles retirar algún objeto o cerrar alguna habitación cuando tienes algún intercambio?
Gema: Totalmente tranquila. Nunca me he planteado cerrar alguna habitación ni retirar algo. ¿Tú has sufrido alguna mala experiencia?
Ana María: Yo en mis casa no he sufrido ningún daño, pero a la inversa sí, te cuento. Fuimos a una casa preciosa en La Coruña y tuvimos toda una serie de incidentes: se nos rompió el grifo del hidromasaje, la rueda del horno, e incluso la puerta del garaje. Con cada uno de los “accidentes” avisamos al dueño quien enseguida vino a arreglarlo todo y además, no quiso que le pagáramos nada. Dijo que no había problema y que lo iba arreglando él.
3- Gema - He visto en tu perfil que tienes tres casas. ¿intercambias las tres de forma habitual? ¿Cuál es la que tiene más demanda?
Ana María: ¡Por supuesto que sí! Tengo 3 casas disponibles, las 3 han sido intercambiadas. La más solicitada es la de Castellar del Vallés ya que se juntan 4 familias. Es una casa muy grande con capacidad para 14 personas. Ahora he bajado el número de habitaciones y camas para que no se me junten grupos tan grandes.
4- Ana María - ¿Tú te has planteado intercambiar también el coche?
Gema: Me lo he planteado en alguna ocasión, pero mi marido todavía no lo tiene muy claro. Además, a nosotros nos lo dificulta el hecho de que intercambiamos la casa que tenemos en la playa y necesitamos el coche para ir y volver. Tendría que ser que viajásemos desde el mismo aeropuerto al que llegan nuestros partners y eso no siempre es así.
5- Gema - ¿Mantienes contacto con alguna de las familias con las que has intercambiado?
Ana María: Sí, de hecho algunos han venido invitados a nuestra casa por nuestra cuenta. Este año iremos nosotros a Pittsburgh a visitar a unos de nuestros “friends”. Esta es la parte que más nos gusta de los intercambios. Este verano esperamos recibir a unos amigos de Mineapolis y poderlos llevar de ruta por nuestras casas. Sería un gran placer que vinieran nuestros amigos de Dallas: David y Hanan. La verdad que hay muchos destinos que conocimos a gente maravillosa y nos gustaría poder corresponderles igual.
6- Ana María: ¿Cuáles han sido los mejores intercambios que has hecho?
Gema: Pues, por inesperado y diferente: Marruecos. Para mí era la segunda vez en el país, pero mi familia no había ido nunca y nos acompañaron unos amigos que tampoco habían estado antes. Lo disfrutamos muchísimo. Pero buenos intercambios, hemos tenido muchos.
7- Ana María: ¿Sueles llevar algún regalo a la casa que vas? ¿Qué cosas has dejado como bienvenida/agradecimiento y qué cosas te han dejado a ti?
Gema: En casa suelo dejar alguna botella de vino, conservas de atún de almadraba y aceite de Córdoba. A nosotros nos suelen dejar también alguna botella de vino, (en Holanda nos dejaron cerveza local), dulces típicos... Si en la familia hay niños, sí que le dejamos algún detalle en la casa cuando nos vamos: recuerdo una familia austriaca que tenía un niño de 2 años y le llevamos unos libritos con palabras en inglés y español y luego nos dijeron que había aprendido alguna palabrita.
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