Pedro y su hijo han estado visitando París durante 10 días. Han realizado un intercambio no recíproco porque el hijo de Pedro tenía la oportunidad de asistir a unas clases en la Asamblea Nacional de París. Gracias a los GuestPoints que ganaron siendo anfitriones, han podido disfrutar de unos días casa de su anfitrión que, ahora, está pasando unos días nada más y nada menos que, ¡en el Caribe!

¡Es la primera vez que hago un intercambio para no ir de vacaciones! Y eso que he hecho muchísimos intercambios a lo largo de mi vida. Pero, esta vez, nuestro intercambio en París ha permitido a mi hijo hacer unas “prácticas” en la Asamblea Nacional, que le ha permitido tener un primer contacto con el mundo laboral. Esto no lo habríamos podido hacer de no existir el intercambio de casas. 10 noches de hotel en París puede costar una fortuna.

Nuestros anfitriones nos han hecho sentir como en casa. Nos dejaron el apartamento impecable, con todo lo que necesitábamos (sábanas, toallas). Además, con las llamadas telefónicas antes del intercambio, hemos creado incluso una amistad.

Al llegar, lo primero que hicimos fue descubrir el apartamento: la contraseña del WIFI, leer las notas que nos habían dejado nuestros anfitriones… Nos encantó tener una panadería al lado del apartamento para comprar el desayuno por las mañanas (acostumbrados a vivir en un pequeño pueblo de montaña no podemos hacer esto a diario).

Lo mejor de todo para Pedro es haber podido disfrutar de París estando como en casa y permitiendo a sus anfitriones viajar a Guadalupe gracias a los GuestPoints que les entregó a cambio de su hospitalidad.

¿Quieres probar el intercambio de casas?