Experiencias de intercambio de casas: Samuel y Mirjam de Holanda
Samuel y Mirjam viven en Woerden, Holanda, con sus tres hijos de entre 5 y 10 años. En 2009 se unieron a la comunidad de HomeExchange y desde entonces no han parado de viajar por Europa. Aseguran que están “enganchados” a esta forma de viajar que les resulta práctica, divertida y más rentable. Les encanta el intercambio de casas.
La experiencia de intercambio de casas de Samuel y Mirjam
¡El intercambio de casas es adictivo! Es emocionante proponer un intercambio a una casa que te parece interesante y a la vez recibir nuevas propuestas, a veces procedentes de países que ni siquiera habríamos imaginado. Hemos recibido propuestas de Canadá, Israel, Nueva Zelanda y Las Bahamas. Mientras los niños sean pequeños, nos quedaremos en Europa. Pero dentro de unos años queremos viajar más lejos, sin duda!
En los últimos tres años, hemos hecho cinco intercambios. En verano hemos estado en Bretaña, Suiza y Dinamarca. En invierno, hemos viajado a París y a Salzburgo. En cada una de estas veces hemos quedado gratamente sorprendidos de lo divertido que es alojarse en la casa de otra persona. En París cruzamos la ciudad en pequeño Renault clásico. Y en Dinamarca nos alojamos en una comuna.
Uno de los intercambios más especiales fue en Suiza. Allí vivimos en una hermosa granja con un montón de sorpresas agradables, como una piscina y un viñedo que era de la propia familia. Estaba en un lugar precioso, cerca del lago de Ginebra y con vistas al Mont Blanc. ¡Fabuloso!
El hecho de que los intercambios de casas sean gratuitos es por supuesto algo muy agradable. Pero para nosotros la principal ventaja del intercambio es que puedes vivir en un hogar con su propio encanto, ambiente personal, fotos reales y juguetes. El intercambio de casas es una forma mucho más personal de viajar. Además, te permite formar parte de la vida normal en tu destino de vacaciones.
La casa que intercambiamos es dónde vivimos en Woerden, Holanda. Os esperamos.Recomendamos el intercambio de casas a todo el mundo. La primera vez estábamos un poco nerviosos. Guardamos bajo llave un montón de cosas personales. Ahora lo dejamos todo fuera para que todo el mundo las vea. ¡El intercambio de casas es la forma perfecta de irse de vacaciones!