El intercambio de casas y el espíritu de compartir: una historia de amor
El intercambio de casas se basa en la confianza, el respeto mutuo y, por supuesto... en el espíritu de compartir. Tanto a los niños como a los adultos, intercambiar su casa en vacaciones les permite aprender a compartir y acoger, e incluso les permite descubrir el placer que hay en ello y en ser bien recibido.
Busca un intercambio de casasLos miembros de la comunidad de HomeExchange comparten con nosotros sus sentimientos, sus anécdotas y sus experiencias sobre el tema.
El intercambio de casas, dar la bienvenida para aprender a compartir
A priori, no siempre resulta fácil compartir tu casa y tu cama con desconocidos. Ni tampoco resulta fácil para todo el mundo embarcarse en la aventura del intercambio de casas, pero si algo es cierto es que merece la pena el esfuerzo.
"Descubrí el concepto del intercambio de casas gracias a un reportaje televisivo y enseguida quise probarlo. Lo más difícil fue convencer al resto de la familia porque yo era el único al que le parecía fantástico este modelo de intercambio e inmersión. Mi mujer no veía bien que "otros que no fuéramos nosotros durmieran en nuestra cama" y mis hijos no querían compartir su habitación con "extraños".
Así que le propuse hacer un primer intercambio corto, durante un fin de semana, en París. Hicimos un intercambio con otra pareja con niños. Los niños descubrieron un lugar familiar nuevo durante un fin de semana: una habitación nueva, juguetes, libros, con cosas en común pero también con nuevos descubrimientos. Cuando uno recibe, de repente es más fácil compartir :) Una cocina totalmente equipada para disfrutar como en casa, un salón espacioso y cómodo para compartir en familia al final del día, un dormitorio para cada uno para descansar en completa intimidad.
Toda la familia es ahora incondicional del intercambio de casas. Ser acogido en el otro extremo del mundo por una familia y unos vecinos, que comparten su día a día contigo, es una fuente de riqueza y descubrimiento que ningún intercambio comercial puede ofrecer".
Thomas, 15 intercambios
El placer de dar la bienvenida y compartir
No hay vuelta atrás... una vez que lo has probado, no puedes prescindir de él y nuestros miembros no se ven volviendo a irse de vacaciones como antes, sin compartir y conocer gente.
"El intercambio de casas es, sobre todo, una aventura humana para compartir donde se crean relaciones. Dejarle tu casa a desconocidos es algo extraordinario: con el tiempo, a través de la comunicación y la preparación del intercambio, conoces a la persona a la que le vas a dejar tu casa durante unos días, una semana, un mes... Les haces un hueco en tu armario y les compras unos pequeños detalles para que cuando abran la puerta de tu casa se lleven una grata sorpresa. El intercambio de casas te asegura unas vacaciones extraordinarias e irremplazables, pero sobre todo fomenta la belleza del espíritu de compartir".
Hélène & Denis, 41 intercambios
"Hace dos años habría dudado mucho en lanzarme a esta aventura, pero ahora no podría vivir sin ella. Siempre me preocupo por recibir a mis invitados de la mejor manera posible y me complace hacerlo aunque no los conozca. Al contrario, siempre nos dan unas bienvenidas excepcionales. Si quieres compartir y agasajar a los otros, no te lo pienses”.
Julie, 5 intercambios
Compartir tu casa pero también momentos juntos
HomeExchange es mucho más que compartir una casa. Los miembros de la comunidad no sólo comparten los mismos valores de respeto y generosidad, sino también el deseo de vivir encuentros humanos. Siempre que es posible, muchos miembros se organizan para compartir un momento o una comida con sus anfitriones o invitados.
"¿Nuestro consejo para los nuevos HomeExchangers? Hablar mucho y comunicarse antes y durante el intercambio, dejar información y consejos de lugares para visitar. Explicar bien los pequeños trucos de la casa... y cuando sea posible, quedar y compartir un aperitivo o una comida, es mucho mejor..."
Laurence, 20 intercambios
"Llevamos más de 15 años haciendo intercambios y lo que más nos ha llegado son las comidas que hemos compartido con nuestros invitados, en nuestra casa o en la suya, con mucha sencillez y disfrutando de las especialidades regionales, que nos dejan recuerdos bonitos."
Jacqueline, 54 intercambios
“Nuestro recuerdo más bonito sigue siendo el de compartir unas tapas con nuestros anfitriones en Barcelona, no nos conocíamos, pero enseguida nos sentimos muy cercanos."
Sandrine, 35 intercambios
Una gran oportunidad para que los niños aprendan a compartir
En general, los niños son unánimes: el intercambio de casas es genial, porque hay muchos juguetes nuevos y, a veces, incluso gatos a los que les gusta que los mimen. Desde el punto de vista de los padres, el intercambio de casas también es una gran oportunidad para enseñar a sus hijos la importancia de compartir.
"El intercambio de casas es económico: ahorrarse el presupuesto del alquiler nos permite disfrutar aún más en el lugar haciendo salidas que no estarían incluidas en nuestro presupuesto si tuviéramos que pagar un alquiler, por ejemplo. Pero más allá de eso, el intercambio nos abre al espíritu de compartir, a la confianza y a la generosidad. Me parece un muy buen ejemplo para la educación de mis hijos en el día a día.”
Nolwenn, 4 intercambios
"Fue nuestro primer intercambio y a mi hija le encantó, quería que nos quedáramos. Pero, sobre todo, pudo ver su vida con otra perspectiva y se dio cuenta de que prestar su casa y, por tanto, su habitación a otras familias podía ser enriquecedor y permitirnos descubrir otros lugares. Antes de este intercambio, nunca habría prestado su habitación".
Sophie, 8 intercambios
Y cuando empiezan a intercambiar casas a una edad temprana, los padres nos comparten sus testimonios adorables:
"Mamá, ¿cuándo vamos a casa de la gente y cuándo le presto mi cama a otros niños?"
Blanche, 3 años
"Para nuestro primer intercambio en Italia, nuestro hijo había entendido que venía otro niño y le preparó un regalo y un dibujo. Durante nuestra estancia, hablaba a menudo de "la niña italiana que cuidaba sus juguetes".
Bérengère, 10 échanges
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