Las 10 ciudades más bonitas de Marruecos

Un viaje a Marruecos es un cambio de aires garantizado: un patrimonio histórico impresionante, entre mezquitas, palacios y arquitectura bereber, pero también una cultura que enamora, una gastronomía generosa, una cálida bienvenida y, por supuesto, una naturaleza magnífica donde admirar playas, montañas y desierto... Pero, ¿qué ciudades visitar en Marruecos? Desde Marrakech hasta Ouarzazate, pasando por Chefchaouen, descubre nuestro top 10 de las ciudades más bonitas de Marruecos y encuentra inspiración para tu próximo viaje.

1 - Marrakech: una aventura mágica entre la medina y las montañas

¿Estás pensando en qué ciudad visitar primero en Marruecos? Marrakech es considerada la ciudad más bella de Marruecos por muchos viajeros. Y es comprensible: entre el los zocos, su excepcional patrimonio arquitectónico, sus encantadores riads, sus numerosos restaurantes donde degustar deliciosas especialidades locales, sus fascinantes museos o incluso sus verdes jardines... ¡Marrakech tiene mucho que ofrecer!

Entre las visitas imprescindibles durante una estancia en Marrakech se encuentra, por supuesto, la plaza Jemaa el-Fna, el corazón de la medina. Relativamente tranquila durante el día, la plaza se vuelve animada al caer la noche. Todavía en la medina, no te pierdas la visita al Palacio de la Bahía, así como las sinuosas y animadas calles de los zocos.

2 - Chefchaouen: un viaje relajante por los callejones de un paraíso azul

Chefchaouen es sin duda una de las ciudades más bellas del norte de Marruecos. Situada en el macizo del Rif, en la región de Tánger, la llamada “ciudad azul” es un deleite para la vista. Particularmente fotogénica, la medina de Chefchaouen está de hecho pintada completamente de azul. Así que tómate tu tiempo para pasear por sus calles estrechas, tranquilas y auténticas, para admirar cada pequeño detalle y disfrutar de los deliciosos olores a especias que emanan de las tiendas y restaurantes.

La parte fortificada de Chefchaouen, la kasbah, también merece una visita. Justo al lado se puede admirar la Gran Mezquita. Finalmente, al este del pueblo, dirígete a la cascada de Ras el Ma, una bonita fuente de agua natural donde podrás ver a las mujeres del pueblo lavando su ropa.

3 - Aït Ben Haddou: un viaje en el tiempo al corazón de kasbahs milenarias

¿Listo para sumergirte en un escenario digno de Las mil y una noches? Bienvenido a Aït Ben Haddou, uno de los ksars más famosos de Marruecos. Impresionante, majestuoso, mágico… son algunos de los adjetivos que vienen a la mente al descubrir este encantador sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Perfectamente conservado, Aït Ben Haddou es la representación perfecta de la arquitectura de un ksar de época, es decir, un pueblo bereber fortificado.

Piérdete por sus pequeños callejones, admira las viviendas de tierra roja, entra en las pequeñas tiendas de artesanía... Una visita al ksar es un auténtico viaje en el tiempo. Lo que hace que el sitio sea tan hermoso es que está construido en medio de un magnífico entorno natural.

4 - Casablanca: una ciudad cosmopolita en la costa atlántica

Casablanca, la capital económica de Marruecos, se considera a menudo una simple escala. Sin embargo, la ciudad alberga algunas joyas que merecen una visita. De hecho, aunque sus encantos orientales no son comparables a los de Marrakech, Casablanca aún tiene más de un atractivo y destaca en particular por su arquitectura moderna y su abundante vida cultural, como lo demuestra la explosión del arte callejero.

Desde la antigua medina hasta la hermosa cornisa frente al océano, Casablanca irradia una atmósfera relajada. Los amantes de la arquitectura estarán encantados con el centro histórico, que alberga una amplia variedad de estilos arquitectónicos .

5 - Essaouira: una ciudad con auténticos encantos e influencias artísticas

Para muchos visitantes, Essaouira es sin duda la ciudad costera más bonita de Marruecos, y la mejor ciudad de Marruecos para pasar unas vacaciones. Además de disfrutar de un clima agradable durante todo el año, la ciudad desprende un encanto único y un ambiente tranquilo que siempre resulta atractivo. La medina de Essaouira es bastante tranquila y muy agradable de visitar: pasea por el laberinto de callejuelas coloridas, donde predominan el azul y el blanco, para descubrir las tiendas de artesanía y las numerosas galerías de arte.

Fuera de la medina, dirígete hacia el puerto de Essaouira: un lugar de vida impresionante, sobre todo por la mañana cuando regresan los pescadores. Aprovecha la oportunidad de admirar todos los pequeños barquitos de madera de color azul que forman una imagen bastante pintoresca. Al caer la noche, sube a las murallas que rodean la medina para disfrutar del atardecer con una agradable brisa.

6 - Meknes: una escala cultural entre palacios y majestuosos jardines

Meknes es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, junto con Fez, Rabat y Marrakech. Apodada "la ciudad de los cien minaretes" por sus numerosas mezquitas, Meknes es conocida por su increíble patrimonio y en particular por sus majestuosas puertas que permiten la entrada a la ciudad. Te recomendamos comenzar por Bab Mansour, una puerta clasificada entre las más bellas del mundo, para dar un paseo por los callejones de la pequeña medina.

Durante su visita a Meknes, continúa tu descubrimiento con la Medersa Bou Inania, una antigua escuela coránica, que cuenta con una arquitectura tradicional impresionante. Meknes es una ciudad de visita obligada para los amantes de la historia y el patrimonio.

7 - Taghazout: un rincón de paraíso para los amantes del surf y del relax junto al mar

Situado en la costa atlántica, a unos 40 minutos de Agadir, el pequeño pueblo de Taghazout es famoso por sus hermosas playas y olas que deleitan a los surfistas de todo el mundo. Entre la montaña y el océano, este pueblo de pescadores ofrece un entorno ideal para una estancia tranquila junto al mar. Visitar Taghazout significa tomarse el tiempo para pasear y abrazar la "vida lenta".

Después de descubrir los diferentes lugares para surfear en Taghazout, algunos de los cuales son accesibles para principiantes, disfruta de las hermosas playas doradas bordeadas de barcos azules para una sesión relajante o de yoga, antes de probar platos locales en los restaurantes frente al mar.

8 - Rabat: una capital elegante entre la historia y la modernidad

Algunos la consideran la ciudad más bella de Marruecos. También situada en la costa atlántica, la capital marroquí es una ciudad imperial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Rabat seduce por sus contrastes: alberga un número impresionante de monumentos históricos y sitios culturales y es también una metrópolis ultramoderna. Además de todo esto, Rabat disfruta de un clima agradable durante todo el año y evita el calor a veces agobiante del verano de otras grandes ciudades marroquíes.

Entonces, ¿cuáles son los lugares imprescindibles para visitar en Rabat? Te recomendamos empezar por la Kasbah de los Oudayas, como una ciudad dentro de la ciudad, que alberga pequeñas callejuelas azules y blancas llenas de encanto. A pocos pasos de la kasbah, entra en el zoco para descubrir los talleres de fabricación de alfombras de Rabat.

9 - Ouarzazate: una encrucijada histórica entre las tradiciones bereberes y los famosos escenarios de películas

Ouarzazate, cuyo nombre por sí solo invita a cambiar de aires, es la puerta de entrada a la región sur de Marruecos y al desierto del Sahara. Lo que hace que Ouarzazate sea tan hermosa es sobre todo el paisaje natural que la rodea: kasbahs tradicionales, pueblos rurales, valles verdes, palmerales hasta donde alcanza la vista, gargantas, desiertos de roca y arena...

Estos increíbles e impresionantes paisajes han inspirado, como era de esperar, a muchos cineastas para sus rodajes. Y lo que también hace famosa a la ciudad son sus famosos estudios de cine.

10 - Ifrane: una escapada alpina en el corazón del Atlas Medio

Concluimos esta selección de las ciudades más bonitas de Marruecos con un destino poco conocido e inesperado. Situada a una hora en coche de Fez, en el corazón de las montañas del Atlas Medio, Ifrane tiene la sensación de un pueblo suizo. Cuando piensas en Marruecos, imaginas cualquier cosa menos un pueblo de montaña alpino, con casas de empinados tejados rojos que en invierno se cubren de un bonito manto blanco. Esta sorprendente arquitectura se explica por la historia de la ciudad, creada por los franceses en la década de 1930.

Ifrane es un hermoso destino natural, sea cual sea la estación. En verano, podrás disfrutar de los frondosos bosques, especialmente en el Parque Nacional de Ifrane, de los lagos y de hermosas caminatas por la montaña. Una cosa es segura, Ifrane es un destino fuera de lo común que sorprende tanto como encanta.

Intercambio de casa: la solución para alojarse en las ciudades más bonitas de Marruecos

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