¿Sabías que el 15% de los miembros de HomeExchange son profesores? Nuestros miembros Luis y Sonia, profesores de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, nos cuentan qué valores les transmite viajar a sus hijos, así como las enseñanzas que el intercambio de casas les aporta como familia.
¡Únete a la comunidad HomeExchange!Como padre, maestro y viajero que intercambia casas con HomeExchange tengo el convencimiento inquebrantable de que viajar es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestros hijos e hijas y por nosotros mismos.
Aunque con matices, como maestro, creo que la vida supone una experiencia educativa mucho más potente que la que puede ofrecer la escuela. En el presente, la realidad nos brinda a nosotros, adultos, y a nuestros hijos e hijas un inmenso abanico de posibilidades, vivencias, aprendizajes y de estímulos cuantitativa y cualitativamente superior al que la escuela, como fenómeno educativo tiene capacidad para abarcar.
Como viajero, en contra del dicho racionalista según el cual “el conocimiento hace el mundo más pequeño” he experimentado como viajar ha expandido mis horizontes, los geográficos y los mentales, y como mi conocimiento ha ido aumentando a la par que lo hacia mi mundo. El hecho de viajar ensancha el mundo de aquel que viaja con los ojos abiertos y la mente despierta, exponiéndose a nuevas realidades, culturas, lugares, personas… ampliando su marco vital y por tanto ofreciéndole vivencias, suscitando reflexiones y generando aprendizajes que ni la escuela ni una vida al uso pueden ofrecer.
Si la vida supera como factor educativo a la escuela, viajar intensifica y enriquece la vida. En consecuencia, quien comparta esta idea estará de acuerdo en que el mundo es la mejor escuela a la que cualquier adulto y cualquier niño o niña puede acudir.
La paternidad para nosotros no ha significado renunciar a todo eso. Hemos seguido viajando con nuestros dos hijos desde el primer momento, siendo ellos unos bebés. Pero aunque no hemos tenido que renunciar a viajar, sí que hemos tenido que replantearnos la manera en la que lo hacíamos, ajustándonos a nuestras nuevas circunstancias y necesidades como familia. El intercambio de casas con HomeExchange nos ha dado la posibilidad de compatibilizar la paternidad con los viajes. Si bien en esta etapa tan temprana de la vida de nuestros hijos, esto responde más a un necesidad de nosotros, los adultos, que a la suya, ellos también disfrutan y se benefician de la experiencia.
Desde el punto de vista educativo podemos hablar del aprendizaje que supone para los niños: historia, cultura, literatura, geografía, arte… aprendizajes que guardan un vinculo con los contenidos que se transmiten en la escuela desde el academicismo pero que en este caso se trata de aprendizajes que parten de una realidad tangible, produciéndose un aprendizaje significativo y vivencial, ese aprendizaje que se intenta generar artificialmente en las escuelas. Junto a este aprendizaje relacionado con diferentes disciplinas del conocimiento y que pasa a convertirse en parte de la vivencia del viajero (niño o adulto) y de su ser, se dan otros aprendizajes, menos académicos, más humanos: la sensibilidad por la diversidad cultural, racial religiosa, el respeto por la diferencia, la consciencia de la propia cultura, de uno mismo, la apreciación de la belleza…
Ponerse a citar en este texto todo lo que viajar puede aportar a un ser humano significaría inevitablemente quedarse corto y en la superficie. Sin embargo me gustaría al menos mencionar otro de los aprendizajes que supone el intercambio de casas, y que tiene que ver con el hecho de compartir, con lo que ello tiene de altruista, de solidario y fraternal, que es (o debería ser) la base del intercambio de casa.
Quienes intercambiamos casa con HomeExchange hemos experimentado esa sensación de sentirse un lugareño en lugares extraños, y hemos descubierto el poderosos vínculo afectivo que se fragua con personas desconocidas que a través del intercambio pasan a convertirse en parte de una extraña categoría a medio camino entre desconocidos- amigos-familia…
Intercambiar casa significa intercambiar no solo el hogar, sino nuestro lugares de referencia y de apego, a veces incluso nuestras amistades, nuestra familias. En definitiva, nuestras vidas.¡Descubre HomeExchange!