Nos cuentan con sus propias palabras cómo buscan viajes gratificantes
Experiencias de viaje satisfactorias: ¡mucho más a tu alcance de lo que piensas!
A veces, no es necesario viajar muy lejos para que resulte plenamente satisfactorio. Lee lo que cuentan socios que intercambian sus casas sobre la forma de experimentar viajes inusuales y significativos, sin tener que marcharse al otro lado del planeta.
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Durante el verano mi familia hizo un intercambio de fin de semana en Copenhague, porque teníamos una boda. Mis hijos son adolescentes y hubiéramos tenido que reservar al menos 3 habitaciones en un hotel (su abuelo nos acompañaba), lo que hubiera sido demasiado caro. Fue muy fácil encontrar una familia de intercambio mediante la búsqueda inversa, puesto que había varias familias de Copenhague interesadas en hacer una escapada a Oslo. Teníamos que alojarnos en el barrio de Vesterbro donde tendría lugar la boda. Nuestros amables huéspedes nos dejaron una botella de vino, chocolate y buen café, y nos recomendaron un bonito restaurante en la misma calle. Nos encantó alojarnos en su piso amplio y bien situado. Todo el mundo quedó satisfecho y a ellos también les gustó mucho su estancia en nuestra casa en la isla y los baños en la playa.
Tanya. Oslo, Noruega. Oferta 186755- - - - - -
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Hemos hecho 4 intercambios, algunos durante las vacaciones (País Vasco y Bretaña francesa) y otros durante fines de semana (Barcelona y Madrid). Intercambiamos nuestra segunda residencia, situada en Cambrils. Lo mejor de esta opción es que te da mucha flexibilidad en las fechas. Por ejemplo, el intercambio con Madrid fue durante un puente en el que tenía que participar en un evento profesional. Pudimos viajar ese fin de semana en particular y, en cambio, nuestros partners vinieron a nuestra casa más tarde, en Semana Santa.
Montse. Cambrils, España. Oferta 466492- - - - - -
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Nos encantó intercambiar con la casa de Mick y Jennie en Sedona, Arizona, a tal punto que hemos repetido y esperamos poder volver por tercera vez. Me gusta salir caminando justo delante de la puerta por un sendero que tiene unas vistas maravillosas, y luego volver a casa para comer en la terraza, a la sombra de Cathedral Rock. La casa en sí misma es única, lujosa y confortable. Jennie y Mick fueron muy atentos y serviciales. ¡Gracias de nuevo!
Kristin y Wayne. Santa Rosa, California. Oferta 107687- - - - - -
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Imagina un chalet de vieja madera negra en el Valais, Suiza, con acceso a pie a los senderos turísticos, tan estupendos para caminar en verano… ¡y un puñado de amigos! Preciosos paisajes de bosques y lagos, con posibilidades de senderos fáciles o para gente experimentada. Y luego vuelves al chalet donde te espera un gran jacuzzi y una botella de vino blanco del Valais en la terraza, con puesta del sol incluida. Sé que no es la imagen habitual de un senderista serio que lleva la tienda a hombros pero ¡qué placer llegar a una casa confortable por la noche, con productos locales que has comprado en el supermercado! Recuerdo un intercambio en Saint-Brieuc, Francia, en el que una pareja nos había dejado fotocopias de colores en tamaño A3 de los mapas de los senderos GR 34. ¡Cualquiera que haya intentado doblar un mapa en lo alto de una ventosa colina en Bretaña entenderá que fue un gran lujo!
Florence. Montpellier, Francia. Oferta 175613- - - - - -
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¡Qué suerte tienen Australia y Nueva Zelanda por ser dos paises tan cercanos el uno del otro, a tan solo un par de horas de vuelo! Y no hay barreras lingüísticas, aparte de nuestros lindos acentos. Nuestro primer intercambio de casas en Nueva Zelanda fue confortable, una casa relajante en primera línea de playa en Omaha Bay, a tan solo una hora en coche de Auckland. Mientras respirábamos aire puro y hacíamos caminatas por la playa, nuestros partners exploraban a tope la vida urbana en Melbourne. Sé que volveremos porque es tan fácil llegar desde Australia y la experiencia merece la pena.
Irene y Paul. Melbourne, Australia. Oferta 106168- - - - - -
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Desde que nos hemos mudado de Nueva Zelanda a Praga, República Checa, en agosto de 2012, hemos vivido muchas aventuras. Gracias al intercambio de casas, nuestros viajes para cinco personas han sido asequibles y divertidos. ¡El intercambio que hicimos en Montreux fue fantástico! El piso tenía una vistas espectaculares sobre el lago Lemán y el castillo de Chillon. Había un bonito jardín y un parque infantil privado para los pequeños. Después de una maravillosa comida, pasamos la tarde a orillas del lago. Caminamos unos seis kilómetros más allá del castillo, bajo un sol espléndido y rodeados de ese bonito paisaje, hasta el pueblo siguiente. Nos detuvimos varias veces en el camino para jugar en los parques, beber agua en las fuentes y echar piedras al lago. Disfrutamos de un precioso día de primavera en Suiza.