El concepto de Slow travel cada vez atrae a más personas en estos tiempos en los que viajar se convierte en una tarea difícil y muy valorada en la que buscamos priorizar la calidad frente a la cantidad.
En la era de la velocidad y de las nuevas tecnologías, algunas personas sienten la necesidad de dedicar más tiempo a saborear la vida un poco mejor. HomeExchange invita a sus miembros a ir un poco más despacio y les propone, de alguna manera, volver al origen y disfrutar de las cosas sencillas a través del slow travel.
El slow travel se practica de forma natural en HomeExchange, ya que los intercambios de casas nos dan la oportunidad de disfrutar de integrarnos mejor en los diferentes lugares que visitamos, como locales. ¿En qué consiste esta forma de viajar?
Bajar el ritmo, una de las principales características del slow travel
La gran mayoría de turistas siguen las rutas estipuladas. Sin embargo, en nuestro planeta siempre es posible encontrar un rincón paradisíaco donde perderse durante las vacaciones. La mayor parte de nuestros miembros elige unas vacaciones en las que poder desconectar de sus ritmos de vida acelerados y acercarse a la tranquilidad para poder relajarse de verdad.
“Vamos a pasar una semana con un intercambio de casas por GuestPoints en la Isla de Sein, en la costa atlántica de Francia. Es una isla de 58 hectáreas sin coches ni bicis y vamos a la casa de una persona que vive allí todo el año y con quien tenemos bastante contacto. Nuestra idea es relajarnos, bajar un poco el ritmo y cambiar nuestra forma de vida durante unos días.” - Sylvie
“Hicimos el intercambio en Maribor, Eslovenia. Dedicamos mucho tiempo a hacer deportes al aire libre (canoa, bicicleta, ir a una estación de esquí en verano...) ¡y también una degustación de vinos! - Roser
Viajar a destinos diferentes
Algunos miembros eligen una región o una ciudad que les atrae, a otros los termina convenciendo una oferta de intercambio desde un destino inesperado y su viaje se convierte en una aventura. ¡HomeExchange está lleno de sorpresas!
“Nuestro primer intercambio fue hace unos años en una granja rehabilitada, en medio de una llanura al norte de la ciudad de Voiron, en Francia. Como buenos parisinos, lo único que queríamos era pasar el verano rodeados de verde. Además de las piedras tan bonitas y bien colocadas, alucinamos con el jardín sin vallar: era una pradera enorme en desnivel, con abetos en la parte alta, pocas construcciones alrededor, caminos sin coches, huerto y una charca. Sí, has entendido bien, una casa de la pradera, pero a lo grande. El sitio ideal para leer en una hamaca a la sombra de los arbustos “El Árabe del Futuro”, que encontré en la biblioteca de nuestros anfitriones.” - Isabelle
Viajar para vivir nuevas experiencias
Cada vez más, los miembros de HomeExchange rechazan los típicos viajes que ofrecen los sitios turísticos y que han perdido completamente el encanto de las culturas locales. En vez de eso, prefieren viajar a sitios más auténticos, algo que el intercambio de casas pone a tu alcance.
“Nosotros huimos de los lugares más turísticos. En Francia, este año fuimos cerca de Lille y de Reims, y en octubre iremos a Mayenne. Cuando viajamos, huimos de las grandes ciudades abarrotadas de gente. Nos gusta descubrir los lugares donde viven nuestros anfitriones y, por supuesto, también estamos encantados de compartir nuestro pequeño rinconcito en el interior de la Bretaña.” - Sophie
Un viaje lleno de descubrimientos
La belleza de los viajes está en lo que descubrimos, en lo que aprendemos, en lo que nunca antes habíamos visto o experimentado. Alojarse en casas locales hace que nuestros compañeros sientan curiosidad y quieran descubrir todos los aspectos que hacen que el lugar sea único y diferente de lo que conocen. Suelen probar la comida local y descubrir nuevos sabores, contemplan la arquitectura, conocen a los artesanos, escuchan la música local y se sumergen completamente en el lugar para vivir una experiencia auténtica.
"Antes de HomeExchange, visitaba las ciudades, hoy las vivo como un local y me paro a oler las rosas. Me alojo en casas de verdad, no en hoteles, así que puedo cocinar y hacer la compra en los mercados locales."- Rosario
Relaciones con las personas del lugar
Sabemos que la parte humana de nuestros viajes es la más intensa, conocer a los locales hace que los viajes sean inolvidables. Interesarse por su forma de vida, su cultura, su trabajo, es una muestra de respeto y permite crear una profunda conexión con el lugar en el que te alojas. Los locales suelen ser unos apasionados de su cultura y les encanta transmitir sus conocimientos y las especialidades de su región.
"Compré un cuadro de un artista que conocimos en la calle, que entonces era un artista residente en París. Estaba pintando la cafetería en la que comíamos cuando empezamos a charlar. Nos invitó a conocer su apartamento, que visitamos con mucho gusto. Nos mostró sus obras, tomamos unas copas y compramos este bonito cuadro. Fue una experiencia maravillosa." - Anita
Conservar lo humano y el medio ambiente
Para nuestros miembros es importante intentar reducir su impacto en el medio ambiente y en las personas. Respetar los principios del turismo sostenible es vital para garantizar una continuidad: cuidar el medio de transporte, plantearse visitar el propio país en lugar de ir hasta el otro lado del planeta, elegir actividades que preserven la biodiversidad, consumir en las tiendas y productores locales...
Nosotros, tanto en casa como cuando viajamos, intentamos hacer un buen uso de nuestros recursos. Cepillos de dientes de bambú, botellas reutilizables, kit de picnic y pajitas de acero, recoger el agua fría cuando nos duchamos... Es un tema importante que tenemos asumido en familia. - Myriam
Estos destinos, cada vez más habituales, son parte de la filosofía de HomeExchange, como también lo son la voluntad de disfrutar cada vez más de los viajes y de quedarse en un mismo lugar más tiempo para poder explorarlo al máximo y conocer a sus habitantes y costumbres.
