Vacaciones con perro: consejos y aventuras de Bobbi y Sunshine

En HomeExchange, nos encanta dar la palabra a quienes mejor pueden hablar de ello: nuestros miembros. Este testimonio fue escrito por Bobbi, quien comparte con nosotros sus experiencias de viaje con Sunshine, su perrita.

Diez años y 55 intercambios después

Cuando pienso en mi recorrido con HomeExchange, me maravilla el impacto que ha tenido no solo en mi manera de viajar, sino también en mi forma de crear vínculos con personas de todo el mundo. Lo que había empezado como una manera asequible de llevar de viaje a mi hijo se transformó en un verdadero estilo de vida, lleno de historias, amistades y aventuras, a menudo compartidas con mi dulce Golden Retriever, Sunshine.

Sunshine es mi fiel compañera de viaje en aproximadamente la mitad de estos intercambios, y ha resultado ser la mejor de las aventureras. Ya estemos en una escapada a la playa, haciendo senderismo en la montaña, explorando alrededor de los lagos o simplemente disfrutando de la magia de una puesta de sol, Sunshine es la más feliz cuando forma parte del plan.

Con los años, ha recorrido senderos de montaña, nadado en lagos alpinos, descendido ríos en rafting, tomado telecabinas hasta las montañas olímpicas, mantenido el equilibrio sobre una tabla de paddle, cruzado aguas tranquilas en kayak, jugado en la nieve, viajado en un sidecar de bicicleta y saludado el día conmigo contemplando el amanecer. Cada día me recuerda que viajar no depende solo del lugar al que se va, sino también de con quién (persona o animal) se comparte.

Mis consejos para viajar con un perro en HomeExchange

Una de las preguntas que más me hacen es: “¿Cómo haces para viajar con un perro?”. La verdad es que todo se basa en la preparación y el respeto. Estos son algunos aspectos que realmente han marcado la diferencia para nosotras:

• La rutina es esencial: siempre llevo la comida de Sunshine, su cama y sus golosinas. Tener elementos familiares le ayuda a adaptarse rápidamente a nuevos entornos. Sabe que su cama es su espacio seguro y, algo muy importante, que no puede subirse a los muebles ni tocar las pertenencias de nuestros anfitriones.
• Ser transparente con los anfitriones: cuando contacto a miembros para un intercambio, les informo que viajo con un perro y que cuidamos muy bien los lugares en los que nos alojamos. Sunshine incluso tiene muy buena reputación (¡hay reseñas de nuestros intercambios anteriores!) y eso tranquiliza a los anfitriones, ya que saben que será una invitada ejemplar.
• Buscar alojamientos que acepten animales: utilizo la búsqueda inversa para encontrar anfitriones que aceptan mascotas y leo atentamente sus descripciones. Si alguien menciona alergias o indica que no acepta animales, respeto ese límite y continúo mi búsqueda en otro lugar.
• Pequeños gestos de amabilidad inesperados: muchos anfitriones han tenido detalles especiales para recibir a Sunshine. En nuestro último viaje, nuestro anfitrión en Lake Tahoe dejó golosinas, un cuenco y una adorable nota de bienvenida. Estos pequeños detalles hacen que la experiencia del intercambio sea aún más especial.

Incluso ha habido ocasiones en las que algunos anfitriones se han ofrecido a cuidar de Sunshine cuando yo tenía alguna salida prevista. Siempre ha sido una experiencia muy positiva y refleja perfectamente el espíritu de confianza y conexión que HomeExchange promueve.

Aventura en el lago Tahoe con mi perro

Este verano, Sunshine y yo vivimos un nuevo e inolvidable viaje; esta vez, regresamos al lago Tahoe (¡por cuarta vez!). Hace dos años nos habíamos alojado a solo unas pocas manzanas de allí, y tuve la impresión de que Sunshine realmente reconoció el vecindario al llegar.

La aventura comenzó con un viaje por carretera de seis horas. Mi hermana se unió a nosotras después de tomar un vuelo hasta mi ciudad. Sunshine se acomodó inmediatamente en el coche: snacks preparados, ventanas bajadas y, por supuesto, una parada en Starbucks para su imprescindible pup cup favorito.
Al llegar a la casa de nuestros anfitriones, lo primero que hicimos fue salir a pasear por el vecindario para que Sunshine pudiera orientarse. Es uno de mis rituales de llegada con ella: nos ayuda a ambas a sentirnos enraizadas en un nuevo lugar.

Cada mañana comenzaba con un pequeño paseo hasta la cafetería de la esquina (sí, otro pup cup) antes de dirigirnos al lago para un baño. Las aguas brillantes del Tahoe y sus playas pet-friendly nunca decepcionan. Un día descendimos el río Truckee en rafting. Sunshine lucía orgullosa su chaleco salvavidas y no pudo resistirse a saltar al agua para darse algunos baños (¡solo uno fue accidental!). Otro día tomamos el teleférico hasta High Camp en Palisades y participamos en una caminata guiada por un guardabosques. La vista sobre la Sierra Nevada se extendía hasta donde alcanzaba la vista, y Sunshine trotaba por los senderos como si fuera la reina del lugar.

También exploramos el centro de Truckee, donde muchas tiendas la recibieron dentro con los brazos abiertos. Las tardes estaban marcadas por esas espectaculares tormentas típicas del verano en la montaña. Nos acurrucábamos en nuestra cabaña para escuchar la lluvia caer hasta que el sol volvía a salir. Incluso esos momentos tranquilos y acogedores formaban parte de la aventura.

Por qué HomeExchange es tan especial

Viajes como el de Tahoe me recuerdan por qué HomeExchange se ha convertido en una parte tan importante de mi vida. No se trata solo de encontrar un lugar donde alojarse, sino de unirse a una comunidad de personas que comparten su hogar y, al mismo tiempo, su vida. Vivir como un local en una casa de verdad y recibir recomendaciones personalizadas no tiene nada que ver con una habitación de hotel.

Anfitriones que dejan golosinas para perros junto a la puerta, vecinos que se detienen a charlar durante los paseos matutinos, y esa sensación de que cada viaje es menos una experiencia turística y más una inmersión en una nueva vida cotidiana.

Durante los últimos diez años, he tenido la suerte de llevar a mi hijo y a sus amigos a aventuras inolvidables, de invitar a personas queridas a acompañarnos, de recibir a mi familia en nuestros intercambios y, por supuesto, de viajar con Sunshine. Cada viaje ha enriquecido nuestra historia, una historia que jamás habría podido imaginar el día que me inscribí para mi primer intercambio.

Viajar con mi perro: cómo veo el futuro

Con 55 intercambios a nuestras espaldas, ya sueño con los próximos destinos (como el Parque Nacional Joshua Tree para mi cumpleaños, en una encantadora casa con dos bañeras en el jardín). Tal vez otro lago de montaña donde Sunshine pueda nadar, o una ciudad costera donde podamos ver el amanecer juntas. Sea donde sea, sé que el viaje estará lleno de risas, colas que se agitan y encuentros que hacen que el mundo parezca un poco más pequeño y mucho más acogedor.

Viajar con HomeExchange me ha dado mucho más que simples vacaciones: me ha ofrecido un verdadero estilo de vida basado en la confianza compartida, la aventura y la comunidad. Y con Sunshine a mi lado, todo es aún más especial.