¿Te encanta viajar con niños y te estás planteando probar el intercambio de casas? Entonces te vendrá genial conocer la experiencia de viajes en familia seminómada que lleva casi cinco años usándolo con sus dos hijos por todo el mundo.
Tamara, Fran, Oliver, Paula y Ubud, son Mochiadictos, una familia viajera que en 2013 decidió dejarlo todo para vivir viajando. Hoy en día siguen recorriendo el mundo (ahora en familia) y viviendo magníficas aventuras. ¿Quieres conocerlos y saber más sobre cómo organizan ellos sus intercambios de casas con niños?
Viajar en familia con HomeExchange“El intercambio de casas aporta a mis hijos valores como el respeto y la importancia de compartir”
Así explica Tamara, madre de la familia Mochiadictos, cuál es para ella uno de los mayores beneficios de usar el intercambio de casas con niños al viajar con niños. Ventaja que se suma a la del ahorro económico, pero también a la de viajar con más comodidad, más espacio y con menos cosas. Ella, su pareja Fran, sus hijos Oliver y Paula, de 5 y 1 años, junto a su perro Ubud, han estado en casas increíbles y en lugares tan especiales como Australia o México.
A continuación te dejamos la entrevista, redactada por Patricia Velasco, autora De Ilusión a Recuerdo. Pero si eres más de vídeo, no dudes en disfrutar de la entrevista en directo.
¿Cuándo empezasteis a usar el intercambio de casas: antes o después de ser padres?
Después. Oliver era un bebé. Empezamos en 2018, así que en septiembre hará cinco años. Lo descubrimos por Instagram gracias a una familia viajera a la que admiramos, nos gustó mucho esa forma de viajar y decidimos probar en Italia. Estábamos allí haciendo un viaje en el que combinábamos unos días en furgo y otros en apartamentos. Al registrarnos a través de esta familia, la plataforma nos dio unos puntos extras que pudimos usar para ese primer intercambio.
¿Y cómo fue ese primer intercambio de casas?
Fue todo super emocionante. Era la primera vez para ambas familias. Y al viajar con niños, recuerdo que la mamá de la familia nos dejó comida típica italiana y unos regalitos para los niños. Fue muy divertido porque también les preparamos una tortilla de patata y les dejamos unas cositas para el niño de la casa.
¿Qué es lo que más te gustó de hacer ese primer intercambio de casas?
En general, me gusta mucho sobre todo la confianza que se crea de la nada entre las familias con las que haces el intercambio de casas. Con todas las personas que nos hemos ido encontrando en las experiencias que hemos tenido ahora con todas, ha sido super bonito. No sabría decirte cómo se crea la confianza, pero está ahí.
Esa primera vez, ¿tenías algún miedo en especial por el hecho de viajar con niños a una casa que no es la tuya?
No tenía miedo porque, al estar en movimiento siempre, sí hemos tenido mucha interacciones con personas locales en muchos sitios y nos gustan las plataformas de economía colaborativa como ésta. Pero sí es cierto que había temor a que, al viajar con niños, sin querer mis hijos rompieran algo. Por eso cuando hacemos búsquedas, además de usar el filtro de niños bienvenidos, si vemos que la casa tiene demasiada decoración intentamos evitarla. Viajar con niños a veces implica ciertas precauciones.
Aun así, si no tenemos otra opción, lo que hacemos al llegar es hacer fotos de cómo está todo colocado y lo quitamos para dejarlo guardado en algún sitio alto. Después, gracias a las fotos, lo volvemos a colocar tal y como estaba.
¿Qué ventajas ves a hacer un intercambio de casas al viajar con niños?
El intercambio de casas tiene muchas ventajas a la hora de viajar con niños. Al margen del dinero que te ahorras, me gusta tener una cocina para poder preparar al menos una comida al día, que los niños tienen juguetes, su propia habitación, que tenemos que llevar menos cosas...¡hay muchas!
Sin duda, buscar intercambios de casas en lugares donde ya viven niños es uno de los mejores consejos.
Sí, llegar a la habitación de los niños y descubrir los juguetes es muy emocionante para ellos. Por eso, usamos el filtro de ‘niños bienvenidos’ y preferimos casas de familias donde ya hay de todo. Hemos llegado a alguna que incluso tenía las paredes pintadas, y yo lo agradezco.
¿Qué crees que les aporta tus hijos esta forma de viajar?
Entre otras cosas, el respeto hacia las cosas de los demás. Lo hablamos siempre al llegar a una casa, le explicamos que hay que respetarlo todo como si fuera nuestra casa y tratarlo incluso mejor. También les aporta el valor de compartir.
¿Implicas a tu hijo mayor, Oliver, en parte del proceso del intercambio de casas para fomentar aún más esos valores de los que hablas?
Sí, él participa, por ejemplo, en dejar un detalle de agradecimiento a los anfitriones como un dibujo o una notita. Hace poco, por ejemplo, compramos un cuento al niño de la casa y lo eligió él.
Otro modo de implicar a los niños en el intercambio de casas y de enseñarles otros valores como la responsabilidad es hacerle partícipes de las tareas que dejan como encargo los anfitriones, desde regar las plantas a cuidar alguna mascota. ¿Lo hacéis con Oliver?
Sí, hace unos meses, en una casa de Mallorca, teníamos que cuidar a dos gatitas y Oliver sí se implicó muchísimo porque además le gustan los animales. Los primeros días, las gatas no se fiaban mucho, así que estaban escondidas, pero nuestro hijo se las fue ganando poco a poco.
Los anfitriones ¿os ayudan en cierto a modo a planificar un poco el viaje con niños en el destino donde ellos viven?
Sí, en las conversaciones con ellos siempre sale de manera natural que te recomienden planes para hacer con ellos. No siempre nos conocemos en persona, pero sí que siempre nos dejan una nota de cosas que hacer e incluyen cosas específicas para hacer con niños.
¿Cuál ha sido vuestra experiencia más especial usando el intercambio de casas?
Australia. Justo antes de la pandemia, estuvimos cinco días en una casa de HomeExchange y después nos fuimos a viajar por el país. Justo se declaró la pandemia y finalmente nos quedamos vivir en esa casa durante cinco meses. Agradecimos mucho no solo estar en esa casa, sino estar acompañados de la familia que fue nuestra anfitriona. Pensábamos que iban a ser un par de semanas y fueron cinco meses.
¿Qué otros intercambios junto a tus hijos recuerdas con cariño?
Recordamos también la estancia en Cozumel, México. Estuvimos en un condominio, en un piso super guay con piscina que nos encantó porque, además, estamos relativamente cerca de la playa.
Poder alojarse en sitios tan turísticos como ese sin gastar muchísimo dinero es otra ventaja, especialmente al viajar en familia que el gasto en alojamiento se multiplica.
Claro, al viajar con niños, el ahorro con el intercambio de casas es brutal. Esa semana en Cozumel, en México, hubieran sido mínimo 700 euros de alojamiento. La cuota de suscripción de HomeExchange es de 149 euros anuales y eso en muchos países es lo que cuesta una sola noche de hotel.
Creo que en Menorca estuvisteis en una casa de intercambio muy especial para los niños…
Sí, tenía un salón interior con una zona de escalada, una especie de castillo, un tobogán… Eso fue lo primero que vimos en la foto de la casa cuando estábamos buscando intercambio y dijimos ‘guau nos encantaría quedarnos aquí’. Tuvimos suerte, cuadró con la familia y la estancia fue genial. Un lugar ideal para viajar en familia.
Aparte con esa familia sí que quedamos para cenar una noche. Ellos vinieron a su propia casa a cenar con nosotros, fue una noche genial en la que Oliver jugó con el hijo. Y aún mantenemos algo de contacto y nos escribimos a veces.
¿Y vuestra experiencia de intercambio de casas más reciente?
Acabamos de estar en Bournemouth, un pueblecito al sur de Inglaterra, casi tres semanas en una casita como si estuviéramos viviendo allí. Ha sido muy especial porque allí vivimos Fran y yo en 2010 cuando empezamos juntos y llegar con los niños ha sido muy bonito.
Y ahora estamos en otro intercambio de casas en una casita que está en un recinto con una piscina climatizada que estamos disfrutando mucho.
Descubrir HomeExchangeEl intercambio de casas como solución para viajar con niños
El intercambio de casas es una opción ideal y llena de ventajas para viajar con niños. A diferencia del alquiler turístico, el intercambio de casas te proporciona un ambiente comfortable y cómodo, donde tus hijos pueden disfrutar de un espacio seguro y acogedor en un entorno familiar.
Además, esta alternativa de alojamiento suele contar con todas las comodidades y facilidades necesarias para familias, como habitaciones adicionales, juguetes, áreas de juego y una cocina completamente equipada para preparar comidas saludables y caseras.
El intercambio de casas también permite a tus hijos interactuar con vecinos y otros niños locales, enriqueciendo su experiencia de viaje y su comprensión de otras culturas. Optar por HomeExchange para tus viajes familiares te permitirá disfrutar de unas vacaciones más relajadas, económicas y memorables, donde tanto adultos como niños pueden sentirse como en casa.