Calcula la huella de carbono de tus viajes
Como cualquier otra actividad, las vacaciones generan CO₂ y tienen un impacto medioambiental. El transporte es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en los viajes. ¿Estás haciendo planes para las vacaciones y te preguntas cuál será la huella de carbono de tus viajes? Si es así, te ayudamos a conocer mejor el impacto de tu viaje con la calculadora de la agencia francesa para la transición ecológica, la ADEME.
¿Qué es la huella de carbono?
La actual crisis climática del planeta está directamente relacionada con nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono (también conocida como balance de carbono) es un indicador utilizado para medir el impacto medioambiental de una actividad, concretamente la cantidad de gases de efecto invernadero que emite dicha actividad. Una huella de carbono puede aplicarse a una serie de situaciones que incluyen la elección del estilo de vida de una persona, las actividades de una empresa, el proceso de fabricación utilizado para crear un producto o incluso los medios de transporte elegidos para llegar a un destino.
En nombre de la coherencia y la sencillez, todas las emisiones de gases de efecto invernadero pueden medirse con una sola unidad: kilogramos de CO₂ equivalente (CO₂e). Esto significa que cada gas de efecto invernadero se convierte en CO₂ equivalente en función de su potencial de calentamiento. Por ejemplo: 1 kg de metano = 28 kg de CO₂e.
Calculadora del impacto del transporte en el carbono
Gracias a la ADEME puedes calcular la huella de carbono de los distintos medios de transporte para tus vacaciones, en función de una distancia o un trayecto concretos. Estos valores se expresan por persona.
Información útil: para calcular tus emisiones de CO₂, el simulador "Impacto del transporte" incluye las emisiones directas, las emisiones relacionadas con la construcción de vehículos, así como la producción y distribución de combustible y electricidad.
Si deseas calcular cualquier transporte marítimo (como ferris, cruceros, embarcaciones de ocio, etc.) tendrás que esperar un poco más. Actualmente se están realizando investigaciones y pronto se integrarán los datos en la calculadora.
Cómo reducir la huella de carbono de tu viaje
La situación medioambiental actual exige que cada uno de nosotros adopte conductas más responsables. Esto se aplica a todos los aspectos de los viajes: elegir bien el destino, el medio de transporte para ir y volver, los desplazamientos mientras se está de vacaciones, las actividades que se van a realizar allí, la frecuencia de los viajes que se hacen cada año, etc. He aquí algunos consejos para convertirse en un viajero consciente y reducir la huella de carbono de tus vacaciones.
1. Elegir medios de transporte con bajas emisiones de carbono
El transporte turístico tiene un impacto significativo en la huella de carbono del sector, sobre todo el aéreo. Si has utilizado la calculadora de ADEME, sabrás que el avión es, con diferencia, el medio de transporte más contaminante, junto con el transporte marítimo. Sin embargo, el transporte bajo en carbono es una gran alternativa. Se trata de modos de transporte que minimizan al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Siempre que sea posible, se recomienda optar por el tren para tus desplazamientos, ya que consume mucha menos energía y contamina menos. Además, los trenes de toda Europa y del resto del mundo permiten acceder a una gran variedad de destinos. Aunque a veces se pasa por alto debido a los altos precios, hay muchas formas de pagar menos por los billetes de tren. El coche sigue siendo el medio de transporte preferido en muchos países: para reducir tu impacto, considera la posibilidad de compartir coche durante tus vacaciones.
Cuando hablamos de transporte durante las vacaciones, obviamente tendemos a referirnos a los medios de transporte utilizados para llegar al destino, pero los desplazamientos locales una vez en el lugar también cuentan. Para descubrir las zonas en las que te alojas, da prioridad a los transportes sostenibles, como caminar o montar en bicicleta. Hay innumerables rutas ciclistas impresionantes por todo el mundo, que invitan a reducir la velocidad. Puedes descubrir ideas de rutas y consejos en muchos sitios web, como Viajes en Bici por España o EuroVelo para rutas por Europa.
En resumen: prioricemos los viajes en tren, además de la bicicleta y el senderismo.
2. Viajar más cerca y con menos frecuencia
Desde el punto de vista del impacto del carbono, siempre es preferible viajar localmente. Independientemente del lugar del mundo en el que vivas, encontrarás un montón de lugares extraordinarios por descubrir: cultura, patrimonio, cocina y productos locales, paisajes diversos... Desde las cálidas aguas del Mediterráneo hasta las salvajes costas atlánticas, pasando por montañas, campiñas, lagos y bosques, ¿por qué no explorar regiones de tu país que aún no has descubierto?
Si quieres ir un poco más lejos, piensa en los países vecinos a los que se puede llegar en tren. Y si el tren no es una opción, sustituir un vuelo de larga distancia por otro de corta distancia también tiene un impacto positivo (por ejemplo, un vuelo de París a Sydney emite 12 veces más que un vuelo de París a Roma, incluso más si incluye una escala).
Por último, viajar con menos frecuencia, pero posiblemente durante más tiempo, también es un planteamiento brillante, ya que reduce el número de desplazamientos, que, recordemos, son el principal factor de emisiones de CO₂ durante las vacaciones.
3. Elegir actividades bajas en carbono
El transporte no es la única fuente importante de emisiones de CO₂ durante las vacaciones. Los resultados de nuestro estudio de impacto revelan que las actividades turísticas son la segunda fuente de emisiones durante un viaje. Por ejemplo, podrías evitar actividades como los deportes motorizados (montar en vehículos todoterreno, karting, motos acuáticas, etc.) que emiten CO₂ y suponen una molestia para la fauna local. En su lugar, céntrate en el senderismo, el ciclismo, el piragüismo y otras actividades que te permitirán explorar tu destino sin tener un impacto significativo en el medio ambiente.
4. Consumir de forma sostenible y local
Nuestros hábitos alimentarios también influyen en nuestra huella total, aunque siguen siendo relativamente pequeños en comparación con el transporte. Para reducir tu impacto, considera la posibilidad de comer menos carne y consumir productos locales. Afortunadamente, descubrir los productos regionales y la cocina local también es uno de los placeres de irse de vacaciones. Además, esto te permite contribuir con la economía local.
5. Alojamiento: elige HomeExchange
La elección del alojamiento es crucial. Y HomeExchange es sin duda el modo de alojamiento más respetuoso con el medio ambiente. Al elegir HomeExchange, ayudas a combatir el turismo de masas, en particular luchando contra la construcción excesiva de nuevas infraestructuras turísticas y viajando como los residentes locales, promoviendo una forma de turismo menos invasiva.
Además, HomeExchange es una comunidad de miembros conscientes que valoran viajar de forma responsable. Por ejemplo, nuestros miembros disfrutan descubriendo lugares que podrían no haber considerado, lejos de los destinos turísticos más populares, porque se les ofreció un intercambio en un lugar inesperado. Intercambiar también significa adoptar la perspectiva de los residentes locales, integrar sus costumbres, sumergirse en la cultura local y respetarla.
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