En los últimos años, los viajes en bicicleta, o cicloturismo, son cada vez más populares. De hecho, gracias a sus múltiples ventajas, todo el mundo puede caer en la tentación de probarlo.

El cicloturismo existe casi desde la llegada de la bicicleta, pero se ha hecho muy popular en los últimos años, sobre todo en 2020, impulsado por el deseo de estar en la naturaleza, por la lucha contra el calentamiento global, por el auge de la bicicleta eléctrica y por las restricciones de viaje relacionadas con la crisis sanitaria. El cicloturismo invita, así, a un nuevo enfoque del viaje, al igual que el intercambio de casas, ¡un cambio de rumbo muy bienvenido!


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Combinar los viajes con el ciclismo cuenta con muchas ventajas

Ahorrar dinero

Aparte del coste de la bicicleta y su mantenimiento, el cicloturismo es gratis... Combinándolo con un intercambio de casas es un viaje muy económico porque los gastos son limitados. No hace falta un gran presupuesto para divertirse e irse de vacaciones.

Conocer gente nueva

Los habitantes de la zona suelen ser simpáticos, curiosos y solidarios cuando se encuentran con viajeros en bicicleta, por lo que se acercan fácilmente a charlar. El cicloturismo es, por tanto, una forma ideal de conocer gente. Además, conectar con las comunidades locales hace que el viaje sea más rico y permite vivir experiencias inesperadas.

Reducir el impacto ambiental

Según un estudio publicado en la revista científica Nature Climate Change (1), el turismo es responsable del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Antes de la crisis sanitaria, se preveía un crecimiento importante para 2050, lo que habría provocado un gran aumento del consumo de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero. El transporte concentra la mayor parte de la huella de carbono del turismo. De hecho, en 2018 más de la mitad de los 1.400 millones de turistas internacionales viajaron en avión (2). El cicloturismo se presenta como una alternativa limpia, es decir, que su uso no provoca la emisión de gases de efecto invernadero, cuyo aumento es responsable del calentamiento global.

Sentirse libre

Viajar sobre dos ruedas nos da la oportunidad de viajar libremente. Somos libres de parar cuando queramos. Si pasamos por un lugar bonito, un sitio que nos inspira o un paisaje impresionante, con la bici podemos pararnos para contemplarlo todo el tiempo que queramos. Así podemos disfrutar plenamente de esos momentos y tener tiempo para inmortalizarlos si lo deseamos. Observemos la naturaleza y los paisajes a nuestro ritmo.

Alejarse de las atracciones turísticas

La bicicleta permite salir de las carreteras principales, alejarse de los caminos trillados y llegar a lugares inaccesibles con otros medios de transporte. Es una gran oportunidad porque podrás disfrutar del privilegio de descubrir lugares recónditos y ser el único que vive esta experiencia.

Consumir productos locales

Los estudios demuestran que, de media, las personas que viajan en bicicleta gastan más que las que lo hacen en coche. Los cicloturistas no dudan en detenerse a tomar un helado o a descubrir productos agrícolas en su ruta. Los locales se han dado cuenta y han instalado cada vez más tiendas especializadas a lo largo de las rutas ciclistas.

Estar cerca de la naturaleza

Viajar en bicicleta es viajar cerca de la naturaleza porque es un medio de transporte abierto que permite escuchar los sonidos de la naturaleza, oler los aromas o tocar lo que te apetezca. Por supuesto, a veces hay pequeños inconvenientes como la lluvia, que forman parte del viaje, pero como dice el refrán: al mal tiempo, buena cara. Recordemos que suelen ser los momentos más duros los que más recordamos y de los que más nos reímos.

Sentirse bien

Un viaje en bicicleta también puede ser un verdadero reto deportivo, que te impulsa a superarte cada día. Al final del día o del viaje, te invade un sentimiento de satisfacción que te anima a continuar. Los momentos del viaje se valoran y se saborean más porque sientes que te lo has ganado. Así pues, un viaje en bicicleta puede conducir al bienestar psicológico. También es bueno para la salud física ya que presenta beneficios en el cuerpo humano: reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes, refuerza el sistema inmunitario y permite una mejor calidad del sueño. Nos dará más energía y tono.


Hay muchas formas de viajar en bicicleta, algunos vuelven al punto de partida, otros solo utilizan la bicicleta para recorrer una parte del viaje. La duración también puede ser diferente, un viaje en bicicleta puede hacerse en 2 días o en 2 meses, tú eliges tu ritmo y el momento del viaje. En solitario o en familia, las experiencias pueden ser enriquecedoras y compartir estos momentos con los seres queridos puede crear fuertes lazos y buenos recuerdos. Elige una bicicleta eléctrica o una normal, haz tu elección en función de tu capacidad física y sobre todo de tu itinerario, ya que a veces puede ser muy accidentado según la región. En los últimos años se han habilitado muchas rutas ciclistas en Europa, no sólo en las ciudades, sino también en países enteros. Aprovechémoslas al máximo.

¿Cómo combinar un viaje en bicicleta con la plataforma de HomeExchange?

  • Organizando intercambios recíprocos clásicos: haz clic aquí para ver cómo funciona.
  • Organizando intercambios de hospitalidad: haz clic aquí para ver cómo funciona.

Entonces… ¿te animas?

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Fuentes:
(1) NATURE CLIMATE CHANGE | VOL 8 | JUNE 2018 | 522–528 | www.nature.com/natureclimatechange528
(2) World Tourism Organization (2019), International Tourism Highlights, 2019 Edition, UNWTO, Madrid, DOI: https://doi.org/10.18111/9789284421152.